17.89°C

Nubes

Chihuahua, Chihuahua



Sábado 15 de agosto de 2009

Pierde Creel toda esperanza

“En Chihuahua hasta manifestarse es peligroso”, sostiene el sacerdote Javier Avila


“En Chihuahua hasta manifestarse es peligroso”, sostiene el sacerdote Javier Avila

Creel.- “En Chihuahua hasta manifestarse es peligroso”, sostiene el sacerdote Javier Avila.
A un día de cumplirse un año de la masacre de 13 personas en esta comunidad, ya no quedan mantas de protesta, ni cartelones exigiendo justicia, hasta los anuncios de recompensa por información que lleve a la captura de los responsables fueron retirados de las puertas de los negocios.

Los habitantes de Creel decidieron quitar todo, perdieron la fe en las autoridades, sobre todo después de que no se cumplieron muchas de las promesas gubernamentales hechas tras la tragedia.

Este domingo la comunidad completa hará una jornada de ayuno,será un día de luto y todos los comercios cerrarán sus puertas. Alrededor de las 18:00 habrá un marcha que partirá de la plaza principal hasta el lugar de la matanza, donde se realizará una misa.

La esperanza se acabará hasta el día en que muramos” señala el padre Avila, pero reconoce que la Procuraduría de Justicia y el gobierno en general desde hace meses que no ofrecen ningún resultado en las investigaciones. “Sobre si hay avances, habrá que preguntarle a la señora procuradora, nosotros no sabemos nada”, agregó.

Fue la tarde del 16 de agosto de 2008 que un comando armado acribilló en el salón de eventos de la Profortarah a 13 hombres, entre ellos un bebé de un año y cuatro meses, que murió en brazos de su padre, ambos con tiro de gracia.

Hasta la fecha la Procuraduría de Justicia no tiene una versión oficial de las razones del ataque. Entre la gente del pueblo se corren rumores de que los sicarios iban tras dos de los jóvenes ahí reunidos, otros cuentan que uno de los muchachos ganó una carrera de caballos a un capo de la región y después tuvo el atrevimiento de burlarse de él, lo que ocasionó un “escarmiento”, ninguna ha sido confirmada.

El Diario solicitó a la Procuraduría de Justicia un informe de los resultados de las investigaciones, sin embargo la dependencia no ofreció información. Hasta la fecha han sido detenidos cuatro presuntos involucrados en el crimen, pero todos son solamente cómplices ninguno fue autor material del atentado.

El 25 de septiembre, elementos de la Policía Ministerial Investigadora detuvieron a Sandro Romero, quien facilitó los vehículos en que los sicarios huyeron después de la masacre. En octubre fue arrestado Luis Raúl Pérez Alvarado, “La Chichona”, quien proporcionó uno de dichos vehículos a Romero.

El 7 de noviembre fue capturado José Manuel Saucedo Reyes, quien habría ayudado al comando armado a conseguir alimentos mientras se refugiaba en Panalachi. Por último se detuvo a Jorge Salvador Villa Cruz, alias “El Villa”, cuya participación en el hecho también fue solo de apoyo.

En junio de este año se levantó un proceso contra dos policías municipales de Bocoyna, acusados del delito de Negación del Servicio Público, es decir una falta menor que ni siquiera ameritó prisión preventiva, por haberse escondido el día de los hechos, en lugar de haber tratado de auxiliar a las víctimas. Se trata de los oficiales Mario Anastasio Ríos Orozco y Juan González González, quienes fueron apresados en atención de una orden de arresto girada por el juez de Garantías del Distrito Judicial Benito Juárez.

“Pasa el tiempo y para el gobernador y la procuradora esto es asunto olvidado, solo estuvieron pendientes mientras que los medios de comunicación le dieron amplia cobertura al caso, ahora ya le dieron carpetazo”, declaró la madre de una de las víctimas, que pidió reservar su identidad.

Y es que en las semanas posteriores al ataque el mandatario estatal, José Reyes Baeza, estuvo en varias ocasiones aquí, en reuniones privadas con los deudos y en una junta abierta con la comunidad.

“Es importante que los compromisos sean permanentes y no sólo ‘llamaradas de petate”, dijo el titular del Ejecutivo el 02 de septiembre, en una platica con los habitantes de Creel. En esa ocasión propuso que se integrara un Comité Ciudadano de Seguridad, el cual evaluara de forma constante a los cuerpos policiacos, nunca se materializó.

De igual forma el secretario de Desarrollo Urbano, Carlos Carrera, anunció la construcción de la “Plaza de la Paz”, la cual apenas comenzó a edificarse hace un par de semanas. Dicho inmueble se ubica en el lugar de la masacre. Constará de un espejo de agua en el que habrá trece columnas, una área verde con trece arboles y una escultura central, se planea terminarla en tres meses.

Carrera habló de la edificación de un complejo cultural, una unidad deportiva y un teatro, ninguno de ellos existe a la fecha.

Varios secretarios anunciaron con “bombo y platillo” diferentes obras que iban desde un aeropuerto, un acueducto, complejos turísticos, pavimentación, y remodelación urbana, pero a decir de los creelenses el único proyecto que se llevó a cabo fue la instalación del Centro Regional de Operaciones Conjuntas, en el que se concentran la Policía Federal, Cipol, Ejercito y Procuraduría Estatal, sin embargo, cabe destacar que el grueso de los agentes de seguridad destacamentados en Creel pertenecen a la Policía Federal, no al estado.