Prometió PGJE protección a ejecutados

Ante el total hermetismo por parte de la Procuraduría estatal de Justicia, ha salido a relucir por otras fuentes que la ejecución de la encargada del bar Tavo’s y su novio se dio después de que las víctimas se negaran a acceder a intentos previos de extorsión.

Según la versión de empleados del lugar y compañeros de la encargada del bar y su pareja sentimental, el lugar ya había sido objeto de intentos de extorsión por parte del mismo sujeto que ayer los asesinó, cuando llegó en días pasados y les arrojó paquetes con droga con la advertencia de
que debían comercializarla y luego reportarles los beneficios.

Tras lo anterior, agregan, los propietarios de éste y otros bares sostuvieron una entrevista con autoridades de la PGJE, quienes prometieron que les iban a brindar protección y apoyo, algo que en la dependencia se niegan a aceptar o bien desmentir, por causas que tampoco aclara.

El sujeto que la noche del martes entró a dicho bar ubicado en el periférico Lombardo Toledano y calle 7ª fue identificado como uno de los extorsionadores que semanas atrás llegó en compañía de otros dos, los mismos que fueron detenidos en la avenida Venustiano Carranza y que además fueron resguardados en el hotel donde se hospedaban agentes federales.

Los dos detenidos portaban un rifle de asalto de los llamados cuerno de chivo, que tenía algunas piezas chapeadas en oro, y aunque la detención la realizaron agentes municipales, elementos federales se hicieron cargo de ellos.

Como ya se dijo, estos dos hombres acompañaban en los actos de extorsión a quien la noche de ayer entró al bar y disparó contra la encargada y su novio, que se encontraba acompañándola en ese momento. Varios parroquianos y empleados reconocieron al sujeto como quien ya los había visitado antes.

De acuerdo con la información que surgió en la escena del crimen, el propietario del local y la mujer que fue asesinada anoche con su novio habían sostenido, junto con otros comerciantes del ramo, una reunión en la Procuraduría y les habían ofrecido protección, pero por su parte la autoridad investigadora no ha dado su postura oficial sobre esta situación.

Después de esta reunión, y con la presunción de que gozarían de cierta protección, el local fue reabierto a la clientela hasta que el pasado lunes, según trascendió, fue asaltado, y finalmente ayer sucedió el hecho que terminó con la muerte de estas dos personas.

En síntesis, de todo lo anterior se deduce, primero, que este bar había sido blanco de intentos de extorsión; segundo, que como medida de precaución el lugar fue cerrado, durando así algunos días; tercero, que en conjunto con otros negociantes del mismo ramo sostuvieron una reunión con la Procuraduría General de Justicia del Estado.

El cuarto punto es que la corporación les ofreció protección tras escuchar sus argumentos, algo que por lo visto, por una u otra causa, no cumplió; quinto: tras la promesa recibida de los mandos de la PGJE, decidieron reabrir el bar, con el resultado ya descrito.

Por último, resalta la notable falta de disposición de la PGJE a brindar información a los medios sobre este caso en particular, y la explicación más factible es que se trata por todos los medios de ocultar la relación de este doble asesinato con los crecientes actos de extorsión en toda la ciudad, a pesar de las multipublicitadas detenciones de varios grupos de extorsionadores, con lo que se suponía que este tipo de delitos, y peor aún, las ejecuciones de quienes no cedieran ante los criminales chantajes, iba en declive, lo que es obvio que no está ocurriendo.