¿Quién Puso a Ese Animal Ahí?

No se aterre estimado lector, no me refiero a ninguna persona, sino a un apacible representante del reino animal (aunque los hombres pertenecemos también a ese reino), del subgénero de los irracionales, específicamente a la tortuga.

Adivino que mis amables lectores (bonita etimología: amable significa, digno de ser amado), en su mayoría mantienen una posición ecléctica ante los problemas cotidianos y aún en los excepcionales. Una persona ecléctica es aquella que evita las posiciones radicales, nunca yendo a los extremos y por consiguiente se ubica cerca del centro, sabia manera de evitarse problemas y mantener intactas sus piezas dentales.

Hago la consabida aclaración debido a que el título del escrito pudiera prestarse a; confusiones, deseos reprimidos y subyacentes, interpretaciones personales o analogías infundadas.

La historia deviene del cuento corto "La Tortuga en el Poste" Enseguida el link: http://www.youtube.com/watch?v=kP2Bh32thM4

Cuento la historia como la sabía de antemano, en el video se la endosan a "x" político español.

Se cuenta que cierto joven paseando por el campo encuentra a una tortuga sosteniéndose con dificultad en la parte superior de un poste (pudiendo ser de un cerco o bien del tendido eléctrico), ante el inusitado hecho, le surgen varias reflexiones:

Primera.- no entiende cómo llegó ahí.

Segunda.- no puede creer que esté ahí.

Tercera.- sabe que no ha podido subir, por si misma.

Cuarta.- está seguro que no debería estar ahí.

Quinta.- es consciente que no va a hacer nada útil mientras esté ahí.

Concluye; lo más sensato es ayudarla a bajar de ahí.

Como soy afecto a buscar más de una respuesta a los problemas, me formulé algunas interrogantes: ¿Quién y para qué, puso a ese animal ahí? ¿El que la subió se beneficia con ello? ¿Tiene algún derecho a burlarse de la pobre tortuga? ¿saben que se le está haciendo daño a la tortuga? ¿Podrá el paciente animalito, adaptarse nuevamente a su habitat natural que es la tierra?

Sospecho que están tratando de decifrar a quien dedico este escrito, les expreso que a nadie en particular, más aún les sugiero no enfocar únicamente al abnegado, vilipendiado y sórdido sector de los políticos.

Tortugas en el poste se pueden encontrar en todas las actividades humanas, en la iniciativa privada se pueden encontrar esos especímenes. Muchas veces nos hemos encontrado que verdaderos papanatas ostentan elevadas posiciones, ello no deja de tener su lógica, los jefes impreparados buscan y encuentran empleados igual de ineptos que ellos, para así preservar su status de jefes, llegan al grado de abominar a empleados eficientes, ¡que contrasentido!

La situación anterior tiene su clímax en el sector público, en donde posiciones tan elevadas como Secretarías de Estado, son ocupadas por personas que desconocen el área en que se desempeñan, delegando el trabajo "técnico" en sus subordinados o en caros asesores. Llegaron a tan alta responsabilidad en una muestra ostensible de; compadrazgo, amiguismo o nepotismo.

Un acabado ejemplo lo tenemos con la Sra. Elba Esther Gordillo, muchos no comprendíamos cómo una persona con un nivel intelectual tan bajo, fuera tan poderosa y liderara a un sector que bien que mal tiene entre sus filas a personalidades destacadas en el mundo de la cultura y el conocimiento. En ese caso emblemático, por lo menos quedó claro que el mismo que la encaramó al poste, le dio suelo, más bien, subsuelo.

En el México de los años 50’s había señores Diputados analfabetas (espero y eso haya quedado en el pasado), y como característica principal es que andaban armados, haciendo gala de prepotencia e ignorancia, tal vez por eso las leyes están como están, los Diputados se encargan de elaborarlas ¿así o más incongruente?

Volviendo al tema inicial, bien haría la tortuga (cualquiera que esta sea) del cuento en no aferrarse en esa elevada posición con sus afiladas garras, si es bajada de ahí por personas conscientes. Cada cual debemos entender nuestro lugar en la vida y no pretender las alturas si no estamos preparados.

Las cumbres son para la águilas, no para los roedores y a la cima se debe de llegar volando no arrastrándose. Un último consejo (no solicitado): a todas aquellas tortugas encumbradas en altos puestos, recuerden la ley de la física "Todo lo que sube, tiende a bajar" o bien la conseja popular "El que nace pa’ maceta no pasa del corredor"

"Amo a la humanidad, lo que me revienta es la gente"
Mafalda (de Quino)

"La libertad de expresión es decir lo que la gente no quiere oír"
George Orwell

"Ningún tonto se queja de serlo, no les debe ir tan mal"
Noel Clarasó

"Es mejor estar callado y parecer tonto, que hablar y despejar las dudas definitivamente"
Groucho Marx

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