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Martes 6 de abril de 2010

Reos mexicanos escapan de cárcel texana

Dos reos de origen mexicano se escaparon hoy de una prisión estatal ubicada al suroeste de San Antonio


Dos reos de origen mexicano se escaparon hoy de una prisión estatal ubicada al suroeste de San Antonio

Dos reos de origen mexicano se escaparon hoy de una prisión estatal ubicada al suroeste de San Antonio, Texas, al cortar las cercas y burlar la vigilancia, informaron autoridades carcelarias.

El Departamento de Justicia Criminal de Texas (TDCJ) informó que José Bustos Díaz, de 21 años, y Octavio Ramos López, de 27, se fugaron la madrugada de este martes de la Unidad Carcelaria Briscoe en la comunidad de Dilley.

Las autoridades investigan aún los detalles de la fuga, aunque se sospecha que una vez que salieron del recinto carcelario, los reos usaron o fueron recogidos por un vehículo pick-up blanco para alejarse del lugar.

La vocera del TDCJ, Michelle Lyon, señaló que los prisioneros fueron vistos por última vez la mañana de este martes, aunque alrededor de las 07:00 horas locales (12:00 GMT) ya no se presentaron a la fábrica de muebles donde trabajaban dentro de la cárcel.

Lyons dijo que la búsqueda de los prófugos se inició poco después.

La prisión, que tiene una capacidad para mil 342 internos, se ubica a menos de un kilómetro de la carretera interestatal 35 en el sur de Texas a unos 135 kilómetros al norte de la frontera con México, por lo que no se descarta ambos pudieran dirigirse hacia el vecino país.

Los prisioneros son buscados por agentes de la Oficina del Sheriff del condado de Frio, del Departamento de Seguridad Pública de Texas y del TDCJ.

En la búsqueda participan aeronaves, agentes a caballo y equipos de perros rastreadores. Las autoridades levantaron un punto de revisión sobre la carretera estatal 85.

Bustos Díaz cumple una sentencia de 35 años por homicidio en Houston, tras ser declarado culpable del asesinato de Deborah Kay, ocurrido el 30 de enero de 2005.

Bustos Díaz tenía 16 años cuando fue procesado y sentenciado, pero fue juzgado como adulto.

Por su parte, Ramos López cumplía una sentencia de 20 años de prisión por dos cargos en McAllen, Texas, de secuestro agravado. El reo también había sido sentenciado a 12 años de cárcel por posesión y venta de cocaína.

Las autoridades carcelarias confían en la pronta captura de los fugitivos, dado que en la historia del sistema penitenciario de Texas, ningún reo ha logrado escapar y evadir por mucho tiempo la justicia antes de ser recapturado, con excepción de uno.

El estadunidense Juan José Salaz, de origen mexicano, permanece prófugo 13 años después de haberse fugado de una cárcel estatal.