Salinasfobia

Las modas surgen en algún momento y son adoptadas como la adecuado para la época o circunstancia. Todo mundo las sigue o intenta encajar en ellas y si no estás dentro de ellas eres considerado como “desadaptado”. También a la par que surgen las modas, surgen las fobias y, al igual que las modas, surgen las correctas e incorrectas.

Muchas de estas fobias pueden marcar una época y ser consideradas políticamente correctas. Si, hay fobias políticamente correctas en nuestro México y una de ellas ha resurgido en este mes de mayo tras la reaparición de una de las figuras más polémicas en la política mexicana del siglo XX: Carlos Salinas de Gortari.

Y vuelve a la escena pública con un nuevo libro, “La década pérdida” que parece, para muchos, una continuación de su anterior libro, “México: un paso difícil a la modernidad”, sin embargo es mucho más que una continuación, es una exposición a la que tiene derecho pero que muchos se niegan a siquiera leer, porque Salinas no está de moda, porque es políticamente incorrecto estar de acuerdo, en algunas cosas con el hombre brillante cuya imagen pública ha sido bombardeada desde 1995.

Así, una de las fobias creadas en 1995 fue la Salinasfobia. Así lo ha denunciado el mismo expresidente creador del famoso programa “Solidaridad”, de manera distinta en sus dos libros y el autor de dicha fobia es quien lo sucedió en el poder: Ernesto Zedillo Ponce de León, quien ocupó importantes puestos en el gabinete salinista y quien difería de la visión económica del entonces presidente y jefe suyo.

Carlos Salinas de Gortari también ha sido vapuleado no solo por Ernesto Zedillo, uno de sus adictos atacantes es el famoso “Peje”, Andrés Manuel López Obrador por cerca de una década insultándolo de diferentes manera y reforzando la Salinasfobia de que todos los males de este país son culpa de él, ¡hasta que pierda la selección nacional es culpa de Salinas para muchos!

Y está fobia se convirtió en la moda políticamente correcta desde que Zedillo asumió el poder y la fueron adoptando los perredistas, cuya presencia territorial se expandió durante su mandato y los panistas le hicieron casi su religión, cuando fue Salinas quien les abrió la puerta al poder, ¿alguien recuerda a Guanajuato y cómo Ramón Aguirre nunca llegó a tomar posesión ?

La Salinasfobia que han propagado diversos actores permiten discernir que el acusado, en este caso Salinas de Gortari, tiene derecho a defenderse, a exponer su verdad. Es cierto que tardó, pero Salinas es un hombre sumamente inteligente y prudente. Sabía que no eran los tiempos mientras Zedillo perseguía a su familia y él residía entre La Habana y Dublín, huyendo de esa persecución fatal que destruyó su entorno familiar en el corto, largo y mediano plazo.

Salinas acusa, en su libro y diversas entrevistas donde difunde el mismo, de que los gobiernos de Zedillo y Fox destruyeron la política social que él ideó por programas que mantienen al pobre más pobre y dependiente del gobierno. Acusa que se destruyó el concepto de organización social que promovía “Solidaridad” para focalizar los programas sociales y que mediante “autoselección” los beneficiaros busquen y se inscriban, dejando el gobierno de hacer mucho trabajo de detección social. Con cifras en mano ironiza sobre el sexenio foxista, “cuando la economía dejó de crecer, los pobres disminuyeron. Cuando mejoró hubo más pobres”.

Critica al Peje por su populismo desmedido y clientelar y acusa a Zedilla de ser su mecenas y, por ende, a quien más le dolió la derrota del 2006. Entre otras muchas cosas que están en el libro “La Década Perdida”, que hay que descubrir y explorar para poder opinar.

Sin duda la Salinasfobia nos ha cegado para ver que fue él quien revolucionó la política social en México y todos han intentado imitarlo. El IFE es una creación que se dio en su sexenio, el Tratado de Libre Comercio, lo defiende a capa y espada, aún de Hillary Clinton y Barack Obama. Afirma en su texto que después de la firma del TLC, pasaron 14 años y dos presidentes que no hicieron nada por hacer competitivo al campo. Él afirma haber iniciado con las bases y vislumbraba que era posible tener un campo competitivo. Salinas instituyó la Comisión Nacional de los Derechos Humanos y fue él artífice de que México y El Vaticano volvieran a tener relaciones diplomáticas. Él abrió los mercados mexicanos en ese entonces para gozar de una libre competencia tan añorada y, entre otras cosas fundó el CONACULTA.

Y como esos ejemplos hay cientos. Pero tenemos la memoria muy corta y se nos olvida todo esto, gracias a la Salinasfobia, misma que nos hace olvidar que fue Salinas el último presidente mexicano con un proyecto de nación, cuya visión iba más allá del fin de su sexenio y que buscaba insertar al país en el orden global, en al cual estamos y él ya veía en ese entonces como inevitable.

Como ser humano tuvo errores, pero eso nos atañe, sino lo contrario. Recordar que su proyecto de nación, se inició con grandes transformaciones e instituciones que en nuestros días son necesarias y que sin ellas, México no hubiera llegado a muchos lados en los cuales hoy estamos.

La Salinasfobia ha vuelto así como Salinasfans salen del clóset, como lo hiciera el gobernador de Coahuila en noviembre pasado y como escribió Carlos Marín el pasado 15 de mayo en Milenio Diario, a Salinas le sobran motivos, ya sea rencor o reivindicación, le sobran así como razones para exponer su verdad y no dude verlo pronto en giras por todo el país, si el Peje puede, ¿por qué él no?

¿Qué piensa usted del libro “La Década Perdida” de Carlos Salinas de Gortari?

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ULTIMALETRA

El pasado 17 de mayo se llevó acabo en la delegación Coyoacán de la Ciudad de México la primer boda entre dos sujetos transexuales. La ceremonia civil la realizó el mismo juez que casó al expresidente Vicente Fox con la famosa Marthita, Gustavo Luna Monrroy. Parece que a éste juez le gustan los matrimonios polémicos y el reflector, ¿qué opina usted estimado lector de esta boda entre transexuales?

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