Se dispara en 2011 cifra de ’civiles agresores’ muertos a manos del ejército

Distrito Federal— El Ejército mexicano abatió a 2 mil 165 “civiles agresores” entre 1 de enero al 22 de noviembre pasados, cifra que representa 68 por ciento de los 3 mil 203 fallecidos en enfrentamientos en los cinco años de gobierno de Felipe Calderón. Dicha cifra fue difundida en respuesta a una solicitud de información del periódico Milenio.

Los estados donde los militares repelieron más agresiones son Chihuahua, Coahuila, Durango, Guerrero, Jalisco, Michoacán, Nayarit, Nuevo León, San Luis Potosí, Sinaloa, Tamaulipas y Veracruz.

En dichas entidades operan seis cárteles del narcotráfico (de los Carrillo Fuentes, de Sinaloa, del Golfo, La Familia michoacana —y su derivación, Los caballeros templarios—, los Beltrán Leyva y Los Zetas), además de dos escisiones: el cártel de Jalisco Nueva Generación y cártel independiente de Acapulco.

Según estadísticas de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), la mayoría de personas que atacaron al personal militar perdieron la vida en Tamaulipas.

En esa región operan Los Zetas, considerado el grupo criminal más peligroso de México, y el cártel del Golfo. En cinco años de lucha contra el crimen organizado han perdido la vida en esa entidad mil 188 agresores, de los cuales 802 murieron en 2011.

La Sedena precisó que en 2007 no hubo bajas de delincuentes en Tamaulipas. Sin embargo, en 2008 los ataques se volvieron constantes y se contabilizaron tres muertos; en 2009 la cifra creció a 28 y en 2010 se reportaron 353 fallecidos.

Ni siquiera Ciudad Juárez se encuentra cerca de esa marca, pese a que en los últimos años ha sido catalogada la localidad más violenta del país, debido a la disputa por el control del trasiego de droga entre los cárteles que encabezan Vicente Carrillo Fuentes y El Chapo Guzmán.

En esa ciudad fronteriza han muerto 144 civiles agresores, 74 de ellos en este año, cifras que la colocan en el sexto lugar, según el listado de la Sedena.

En tanto, Nuevo León ocupa el segundo lugar en muertes de probables delincuentes que atacaron o emboscaron a soldados.

El Ejército informó que en lo que va del sexenio fueron abatidas en esa entidad 583 personas, de las cuales 426 fallecieron en 2011. El año pasado hubo 133 supuestos criminales muertos y en 2009 la cifra fue de 24.

Otros estados violentos

Mientras tanto, en Guerrero —donde hace más de un mes se puso en marcha un operativo para frenar la violencia— han ocurrido 300 muertes en cinco años.

En esa entidad opera el cártel independiente de Acapulco, que se formó tras la detención (en agosto de 2010) de Édgar Valdez Villarreal, La Barbie, jefe de sicarios del cártel de los Beltrán Leyva.

La Defensa Nacional informó que en ese puerto turístico han perdido la vida 188 “civiles agresores” en lo que va del año. La cifra fue de 49 en 2010, de 49 también en 2009 y de 14 en 2008.

El cuarto lugar en el listado de la Sedena lo ocupa Durango, con 169 abatidos, 94 de ellos en los últimos 11 meses.

En Veracruz, donde también se aplica un operativo para frenar la violencia, la Sedena abatió a 155 agresores en diversos enfrentamientos, de los cuales 128 corresponden a este año.

En esa entidad hay una disputa entre Los Zetas y el cártel de Sinaloa. Éste último creó un grupo conocido como Matazetas, que abandonó en septiembre pasado 35 cadáveres en una concurrida avenida de Boca del Río.

El Ejército Mexicano abatió en Michoacán a 135 agresores (99 este año), en Coahuila a 89 (69 este año), en Zacatecas a 88 (65 este año), en Sinaloa a 82 (57 en este año) y en Nayarit a 74 (47 este año).

Heridos y detenidos

Derivado de los ataques contra el Ejército mexicano, en los últimos cinco años 554 agresores resultaron heridos, mientras 2 mil 56 fueron detenidos.

Según datos de de Gobernación contenidos en el reporte Información sobre el Fenómeno Delictivo, el cártel de Sinaloa está detrás de 84 por ciento de los homicidios cometidos en el país hasta junio de 2010.

Los homicidios se concentraban en 162 municipios, de los 2 mil 456 que tiene el país. En 2010 la lucha más sangrienta ocurrió en Chihuahua, Durango y partes de Sinaloa, donde pelean células de El Chapo y el cártel de los Carrillo Fuentes.