Se duplican los homicidios en Juárez

Con la ejecución de nueve personas ayer, Juárez alcanzó la cifra histórica de mil 539 homicidios del primero de enero al 12 de julio, en tanto que el periodo más álgido de la violencia que ha enlutado a miles de familias se ha registrado a partir de que la Policía Federal asumió el mando de la seguridad pública.

Estadísticas oficiales de la Unidad Especializada en Investigación de Delitos Contra la Vida (UEIDCV) establecen que del 8 de abril al 12 de julio de 2009 en la ciudad y el Valle de Juárez fueron reportados 472 homicidios, mientras que en el mismo lapso de 2010, en el que la corporación federal ha estado al frente, han sido cometidos 872 crímenes, lo que implica un aumento de casi el doble de víctimas.

Las estadísticas oficiales vienen a confirmar las declaraciones del secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont, en las que reconoció que el modelo actual contra la inseguridad ha sido insuficiente y que se presta a espacios de oportunidad para la delincuencia, comentaron fuentes policiacas.

La principal estrategia del Gobierno federal fue la militarización de la ciudad y casi dos años después, a partir del 9 de abril,la seguridad pública local es responsabilidad de la Policía Federal y al frente del operativo se encuentra el comisionado Facundo Rosas.

El objetivo planteado por el funcionario cuando asumió este encargo fue el de “devolver a la ciudadanía el clima de armonía que le permita llevar a cabo sus actividades económicas, comerciales y de esparcimiento bajo un mejor clima”.

Para ello, la disposición fue reforzar el despliegue policiaco, así como la prevención y el combate a los delitos en flagrancia, por lo que la ciudad fue dividida en nueve sectores y 155 cuadrantes.

La ciudad contaría con 7 mil 500 elementos desplegados, 4 mil 500 federales, 2 mil 800 municipales y 200 del Cipol.

Adicionalmente, aseguró el jefe policiaco, 500 efectivos de inteligencia desarrollarían fundamentalmente tres funciones: manejo de crisis y negociación en caso de secuestro, extorsión y “cobro de piso”; procesamiento de información; y trabajo de campo discreto, especializado con la incorporación de los jóvenes que recientemente egresaron de la Academia Superior de San Luis Potosí.

La diferencia con la Operación Conjunta Chihuahua, dirigida entonces por el Ejército Mexicano, sería que los federales agregarían el componente de la inteligencia.

Desde el día en que la PF asumió la responsabilidad de la seguridad de la ciudad han sido asesinados 14 elementos de ese cuerpo y se han topado con constantes acusaciones de un grupo criminal que hasta amenazó a la corporación por presuntamente prestar protección a una banda contraria.

Hasta ahora ninguna corporación ha investigado los señalamientos realizados mediante mantas y pintas realizadas en múltiples puntos de la ciudad.

De acuerdo con los datos obtenidos por la UEDCV, en enero fueron asesinadas 227 personas; 163 en febrero; 240 en marzo; 205 en abril; 262 en mayo; 313 en junio; y 129 hasta el 12 de julio.

Los últimos cinco decesos violentos ocurrieron ayer; el primero fue reportado a las 01:50 horas en perjuicio de Jesús Paz Arce de 41 años. La persona fue localizada sin vida en la intersección de la calles General Santos Ortiz y Capitán Luis Moncada, en la colonia Oasis Revolución. La víctima quedó en el porche de una vivienda donde cayó herido al recibir varios disparos en el abdomen y la región exilar. En el lugar los peritos aseguraron cuatro cartuchos percutidos calibre 9 milímetros. Más tarde, a las 02:32 horas la tranquilidad de los vecinos del fraccionamiento Jardines del Bosque fue interrumpida por los estruendos de un arma de fuego.

Más tarde se enteraría que cuatro hombres, cuyas edades fueron estimadas entre los 25 y 35 años, habían sido asesinados en la vía pública sin que nadie observara a los asesinos.

El protocolo de comunicación refiere que los hechos fueron reportados en la calle Bosque de Jacaranda. Todos los cuerpos fueron encontrados boca abajo con las manos atadas hacia la espalda con cordón de ixtle color blanco. Además mostraron como huellas de violencia, heridas producidas por proyectiles de arma de fuego en la cabeza.