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Viernes 23 de abril de 2010

Sofismas y sofistas

Hoy presumimos de la democracia como si fuera invento moderno


Hoy presumimos de la democracia como si fuera invento moderno

Hoy presumimos de la democracia como si fuera invento moderno, pero la verdad es que ese concepto ha estado presente desde los inicios de la historia del hombre, en todo caso hoy la hemos conceptualizado y desarrollado un poco más, aunque cuando menos en el caso de nuestro país, todavía queda mucho por avanzar al respecto. Lo que si ha ido quedando en claro es que los puestos de liderazgo dentro de los grupos humanos desde siempre han fungido como un crisol en el que se van probando y forjando las personalidades de los individuos a los que se les va dando la encomienda de conducir a los grupos que los eligen para ese cargo.

El poder en algunos personajes, sirve para confirmación de sus auténticas cualidades, en cambio en otros casos, cumple la función de ser un catalizador que precipita y evidencia la escoria que ocultan bajo el oropel.
Esto no sólo aplica a los individuos, también es condición que afecta a los grupos y mientras más grande sea el grupo, más complejas se vuelven las implicaciones, ya que para bien o para mal el individuo se ve reforzado en su desempeño por el efecto de sinergia que genera el equipo en él que está insertado

Por eso es muy importante para un grupo en específico y sobre todo para la sociedad en general el elegir con acierto a quien ha de ser su conductor, porque ese individuo y el grupo cercano de sus colaboradores, con sus acciones van a afectar muy sensiblemente a una parte muy amplia de la colectividad.

Fuera de todo apasionamiento personal la Sociología aporta el análisis objetivo del fenómeno de liderazgos en nuestro país y nos confirma lo que en la percepción popular ya era un hecho palpable. El viejo sistema representado y ejercido por el PRI, que en un primer momento de su existencia justificó su férreo control centralista bajo el pretexto de mantener pacificados a los cacicazgos locales, pero al variar las condiciones sociales y políticas del país, cuando ya no fue “necesaria” esa dictadura partidista, llegado el momento de ampliar el ámbito de libertad para la participación ciudadana, esta “Dictadura Perfecta” con apariencia de democracia - como se le conoce en el ámbito internacional - se negó a replegarse para permitir el crecimiento de la democracia.

Artífices de la simulación, las razones, argumentos y negaciones le han sobrado a ese caduco sistema, pero a ojos vistas de todo aquel que logre liberarse del prejuicio de un equivocado concepto de patriotismo que fomentado y adoctrinado desde el poder, insiste en identificar a ese partido con la esencia misma del país, como si fueran sinónimos el uno del otro. Sin embargo hoy todos sabemos que la verdadera causa de su aferramiento al poder fue (y sigue siendo), la defensa de los intereses creados por este pernicioso sistema, porque ya para entonces había creado una red de complicidades y PRIvilegios de su élite política, muy semejante por cierto a la que la traicionada Revolución Mexicana combatió y aparentemente derrotó

Uno de los más perjudiciales productos de esa simulada dictadura es que evolucionó negativamente en un pernicioso culto a la personalidad del líder en turno y lo dimensionó desmesuradamente a grado tal que le otorgó la categoría de dueño y señor sexenal de los destinos de la patria, alguien que pretende poseer una autoridad discrecional incuestionable, bajo el pretexto del respeto que se debe tener a al investidura presidencial.

Dentro de ese paradigma, este cuestionable criterio acerca de la justificación del ejercicio de la autoridad necesariamente permea y se decanta hacia todos los niveles de la organización gubernamental-partidista que implementa, dando como resultado una cadena vertical donde el Dictador supremo, se apoya para su sustentabilidad en un escalafón de Dictadorcitos Estatales, Dictadorcillos Municipales y Dictadorcetes Partidizados que en la práctica del ejercicio público no se deslindan en ningún momento de la estructura de su partido aferrándose a la práctica de una sinergia perniciosa contradictoria de toda justicia de equidad de oportunidades, yendo incluso en violación de leyes específicas que sancionan el peculado por ser este una aberración en tanto que utiliza a los recursos del pueblo, en contra de la libertad de ese mismo pueblo para elegir libremente a sus gobernantes.

Todo esto pareciera una historia medieval “como en las épocas del comunismo primitivo” – diría Jesús Urbano Arzola, ex-presidente municipal parralense, por cierto de extracción priísta, - Pero ante nuestros ojos, cansados de ser testigos de esas recurrente e injustificables prácticas, hoy día es muy reconocible la presencia de la irremediable corrupción que infecta a ese partido, ahora que se detonan en nuestro estado las acciones proselitistas de las campañas de los pre-candidatos.

Para ellos - los priístas - no hay forma de evitar incurrir en esas prácticas, pues a estas alturas ya forman parte medular de su idiosincrasia partidista, no sólo de su estructura mental sino que ya lo es, inclusive, de su estructura territorial…. Pudiéramos decir fatalistamente que ya los ha alcanzado su propio destino, pues; SIMPLEMENTE NO SABEN HACER LAS COSAS DE OTRO MODO

Campaña tras campaña, somos testigos de cómo dentro de ese pervertido instituto político, se detonan irremediablemente los mecanismos de peculado sistemático con el que manipulan a sus incondicionales bases electorales, basta que se genere una sospecha de actividad política en sus filas para que, por una parte las militancias acudan compulsivamente “a ver que van a dar ahora” y veamos a sus funcionari-o-peradores de todos los niveles aplicados al “a ver ahora que les damos”.

Claro que dentro de esa dinámica “reparticionista”, todos le entran entusiastamente, porque al ir pasando de mano en mano, los recursos van “untando la mano” de todos los que los van pellizcando. Y esto es sólo un aperitivo para despertar la codicia, a la nación mexicana entera nos consta que el apetito de este monstruo es insaciable. Lo que sigue siendo un misterio es como las bases siguen conformándose con las migajas que les llegan, pues si bien es comprensible que los primeros niveles de esta cadena de corrupción entren en la jugada por los jugosos beneficios que de ello obtienen, en cambio ¿cuál será la motivación de los ciudadanos empobrecidos?, que siendo dueños del poder de decisión que representa el voto, debieran venderlo caro a cambio de verdaderas y permanentes soluciones, y ya no conformarse como siempre, con las migajas del botín, está claro que aún les aceptan “vales” de esperanza en forma de promesas que por cierto nunca les cumplen. O si no ¿cuál es la explicación de que esos que desde hace tanto tiempo votan por ellos, sigan tan jodidos?

Díganlo si no, los contingentes acarreados a los actos proselitistas de los candidatos que hoy pretenden competir por cargos públicos, niéguenlo si pueden, los empleados públicos de la Secretaría de Salud de Gobierno del Estado a los que bajo soterrada amenaza de despido, los comisionan con carácter de orden de trabajo para acompañar al candidato priísta con recursos públicos gastados oportunistamente en brigadas sanitarias y cómo ocultar los descarados operativos asistencialistas por parte de la Coordinadora de la Tarahumara, que recorren la sierra, nomás para que allá vean “quien es el bueno”. Y como si ya estuviera en funciones de gobierno, el candidato priísta lo mismo hace entrega anticipada de apoyos, que promesas de reparto de placas a los taxistas y camioneros afiliados a la parte amafiada e incondicional de ese gremio, que tradicionalmente apoya a los candidatos tricolores, estos ejemplos son un amén de los cientos de etcéteras que les vemos cometer como parte distintiva de su tradicional modus operandi.

Por eso resulta cínica la postura de la Síndica de nuestro municipio, Liliana Álvarez, que mientras sus correligionarios desde el gobierno y desde su partido cometen toda clase de ilícitos electorales, ella cual moderna farisea, se rasga las vestiduras profiriendo acusaciones hasta hoy infundadas con las que pretende golpear la credibilidad de Carlos Borruel a quien con gran preocupación en ese partido, ya alucinan como virtual ganador de esta contienda. Tendríamos que ver de promover la aplicación de sanciones más estrictas de la ley de responsabilidades a quienes desde cargos públicos, utilizan por consigna la rumorología como estrategia de campaña.

Teatral, además de cínica lo es también la actuación de César Duarte que en sus mal diseñados spots televisivos, aparece encabezando pseudo-marchas ciudadanas, miren que todos conocemos a los que lo acompañan, que además de malos actores, tienen el agravante de ser conocidos funcionari-o-peradores partidistas que para nada representan al pueblo de Chihuahua, si ellos desconocen la diferencia entre ser colaboradores o francamente ser cómplices… nosotros no.

De sofista expositor de sofismas, se le puede calificar a Duarte, cuando en un arranque de histrionismo – que a sólo él le pueda parecer genial - espeta la frase “Chihuahua exige resultados” que en boca de un priísta resulta no sólo absurda, sino hasta ridícula además de insultante, porque si pretende abanderar esa causa, ¿a quién le exige esos resultados?, ¿al mal gobierno priísta que obviamente es quien no los ha brindado?, ¿Creerá que no nos acordamos? que ese mal gobierno del que se queja por indolente y cómplice por omisión de este grado de inseguridad que padecemos, ¿acaso no es el mismo que lo apoya para poder dejarlo como tapadera de sus cochineros?, ¿estarán tan enajenados como para creer que nosotros, la ciudadanía no nos damos cuenta de que han hecho un arreglo entre ellos mismos? Habría que exigirle que dijera públicamente lo que ya se sabe tras bambalinas, que al estilo de anteriores administraciones priístas, planea negociar acuerdos con los narcos para brindar una apariencia de haber eliminado la violencia, su discurso obviamente apela a la complicidad de esa parte convenenciera de la sociedad chihuahuense que seguiría conformándose con la limosna que les pudieran aventar si llegaran a ganar. Afortunadamente ya son muy pocos los que aceptarían esas tranzas.

Más el resto de la ciudadanía, esos que aún conservamos al menos la determinación de oponernos a esas sucias formas de hacer política y también ¿Por qué no? Los que reconociendo que antes fueron indolentes, ahora quieran recuperar su dignidad ciudadana, se decidan para ¡AHORA SI PARTICIPAR! y así ver a sus hijos a los ojos cuando podamos decirles que juntos, el pueblo de Chihuahua, nos decidimos por saCarlos del poder para recuperar la posibilidad de tener un mejor futuro para todos, que nos dimos cuenta de que “Unidos todo es posible”… hasta librarnos de un mal gobierno que nos PRIva de la paz. Y todo eso, sólo mediante el uso del poderoso recurso de nuestro voto, ¡vaya lección de civismo que les podríamos dar!