Submarinos lo de hoy en el narco

Bogotá. Los narcotraficantes colombianos "tienen una enorme capacidad de adaptarse al mercado" y han innovado en sus mecanismos de trasiego de droga hasta llegar a armar submarinos para evadir a las autoridades, afirmó la socióloga Aura María Puyana.

En entrevista, la investigadora independiente sostuvo que los semisumergibles y los submarinos son la nueva apuesta de las mafias colombianas para exportar más cargamentos de droga por vía marítima y evadir los radares en altamar.

Las organizaciones del narcotráfico "tienen una enorme capacidad de adaptarse al mercado y de buscar formas para evadir los controles de las autoridades, lo que está demostrado históricamente en Colombia", sostuvo Puyana, experta en políticas de erradicación de cultivos.

En cada cargamento de droga está incorporado el transporte "y cada día los narcotraficantes hacen transferencias de tecnología e innovación", sostuvo la también ex consultora del Ministerio del Medio Ambiente de Colombia.

Explicó que "en los años 70, cuando se exportaba marihuana, el transporte era en los barcos de carga, luego las pequeñas avionetas y en los años 80 (el abatido capo colombiano) Pablo Escobar se dio el lujo de enviar droga en Boeing 727 a Estados Unidos".

Cuando los narcotraficantes descubrieron que las aeronaves eran detectadas por los radares empezaron a utilizar cada vez más las rutas marítimas con lanchas rápidas, precisó.

El narcotraficante Gonzalo Rodríguez Gacha, alias El mexicano y quien era el segundo capo más importante de Colombia después de Escobar, utilizaba en la década de los 80 semisumergibles para desplazarse por el río Magdalena.

Las autoridades en esa época no le prestaron atención a los testimonios de los pobladores y creían que era "pura fantasía" de los habitantes del Caribe colombiano los comentarios sobre los traslados de El mexicano, quien fue abatido en 1989.

En 1994, recordó Puyana, la policía antinarcóticos descubrió el primer semisumergible en la zona del Tayrona, en el Caribe colombiano, con capacidad para el trasiego de tres toneladas de estupefacientes.

A juicio de Puyana, entre 1994 y 2008 los narcotraficantes han logrado desarrollar tecnológicamente estos aparatos a tal punto que pueden navegar largos trayectos sin abastecimiento de combustible.

Los semisumergibles que se han detectado en el último año tienen capacidad para transportar entre seis y 10 toneladas de droga, con una tripulación de cuatro personas y con mejores condiciones técnicas para la navegación.

El gran salto tecnológico que dieron los narcotraficantes se descubrió en noviembre de 2000, cuando el mundo se sorprendió con un submarino construido en acero, con tecnología rusa y con capacidad para transportar entre 150 y 200 toneladas de droga.

Puyana consideró que las mafias darán el salto de los semisumergibles a los submarinos con mayor sofisticación porque tienen los recursos económicos, la tecnología y la acumulación de experiencia.

Los semisumergibles sólo pueden navegar bajo la superficie, mientras que un submarino como el ruso detectado en 2000 en una bodega en las afueras de Bogotá puede deslizarse por aguas profundas.