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Lunes 13 de febrero de 2012

Tiene AMLO lleno en la ’joya’ del PAN

Resalta aspirante presidencial sus propuestas en en San Pedro Garza García, Nuevo León


Resalta aspirante presidencial sus propuestas en en San Pedro Garza García, Nuevo León

Monterrey– Andrés Manuel López Obrador, virtual candidato presidencial de la alianza de izquierda, incursionó ayer en San Pedro Garza García, Municipio considerado como la "joya de la corona" del PAN en el Estado de Nuevo León, con un acto en el que convocó a más de 800 ciudadanos y empresarios.

Mientras que, en su recorrido por San Nicolás, Santa Catarina, Guadalupe y Apodaca, logró reunir a lo mucho a 400 personas en cada plaza, López Obrador presentó en San Pedro su República Amorosa ante un salón abarrotado hasta los pasillos.

Al inicio de su intervención en el Municipio más rico de México, cuyo acto fue organizado por la asociación civil Despierta México, el precandidato de la coalición integrada por el PRD, el PT y el Movimiento Ciudadano (antes Convergencia) dijo que su mensaje sería distinto al que usa en las plazas públicas.

En lugar de improvisar, como acostumbra, leyó un mensaje desde su iPad en el que resaltó sus propuestas en materia económica y su plan contra la corrupción, además de asegurar que busca persuadir y convencer.

"Aquí en San Pedro se decidió por la organización Despierta México que se hiciera este acto y yo les diera a conocer los fundamentos de la República Amorosa. Por eso voy a leer un texto.

"No es el discurso de las plazas, que tienen lo suyo, pero este acto amerita el leer el documento", expresó.

Ante empresarios nuevoleoneses como Javier Garza Calderón y Malaquías Aguirre, así como comerciantes, López Obrador ofreció una lista de acciones para impedir que baje el poder adquisitivo de ese sector.

Sus promesas incluyeron un crecimiento anual del 6 por ciento, crear 1.2 millones de empleos al año, construir refinerías, reducir el precio de la energía eléctrica y los combustibles, terminar con la corrupción en todas las instancias de Gobierno y sacar al Ejército de las calles en seis meses.

"Lo que más desespera y molesta es que quienes realmente gobiernan no hacen nada para evitar el deterioro sistemático de los niveles de vida (...) Yo espero convencer y persuadir a muchos. Estamos extendiendo nuestra mano franca a todos", dijo en un tono de voz suave y pausado, distinto al que usa en las plazas.

Se dijo preparado para resolver los principales males que aquejan a México, principalmente el de inseguridad, por lo que insistió que lo haría comenzando por los orígenes.

En primera fila estaban los empresarios Javier Garza Calderón; José González Montemayor; Malaquías Aguirre; Jaime Herrera; Mario Fernández Quiroga; y Fernando Turner, a quien el perredista quiere como titular en la Secretaría de Economía.

En el acto, Garza Calderón, quien el sábado ofreció una cena a López Obrador, dijo que asistieron 45 empresarios, incluyendo algunos del llamado Grupo de los 10 (considerados los más poderosos del Estado), así como de las nuevas generaciones.

Al final, aunque estaban previstas sólo dos preguntas, la gente se levantó de sus lugares para gritarle en voz alta sus inquietudes.

A la mitad del salón un joven le increpó si sacar de las calles al Ejército no sería contraproducente, a lo que respondió que sí, si lo hacia de manera inmediata.

"No se puede retirar hasta que se supla la función de los militares, hasta contar con una policía federal renovada, capacitada, moralizada, de lo contrario, corremos el riesgo de que el Ejército se corrompa, si se mantiene más tiempo", apuntó.

Dolores García, quien dijo ser hija del fundador del ISSSTE, gritó al tabasqueño que termine con la corrupción en esa dependencia.

Mientras que otros le preguntaron si habría cacería de brujas en su gobierno. Fue la primera risa del tabasqueño, pues había lucido serio, por lo que preguntó que qué era lo que ellos querían.

La respuesta fue "Sí, cacería y castigos". Con una sonrisa, el aspirante presidencial dijo "No, habrá justicia, no venganza".

A su llegada lo recibió el empresario Mauricio Sada y un grupo de personas que le regalaron un jersey de béisbol, su deporte favorito, con la leyenda "Andrés Manuel López Obrador. Número 1. Presidente".