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Martes 20 de noviembre de 2007

Tiran la piedra…y esconden la mano

En los 15 comicios celebrados en 14 entidades durante 2007 apareció un PRI regenerado


Después de un tormentoso 2006 en materia política, este 2007 que casi termina, deja lecciones interesantes en materia electoral. Este año de mayo a noviembre se llevaron a cabo 15 procesos electorales, la mayoría eran elecciones intermedias para renovar congresos y ayuntamientos; solo en tres estados se renovó la gubernatura: Yucatán, Baja California Norte y Michoacán.

Pero en los 15 comicios celebrados en 14 entidades durante 2007 apareció un PRI regenerado, un PAN exangüe, un PRD que sólo pudo ganar cuando superó las divisiones internas, el discurso belicoso y alejó a Andrés Manuel. Los partidos pequeños jugaron al pragmatismo con tal de rescatar registro y las jugosas prerrogativas.

En estos comicios 42% de los votantes sufragaron por candidatos del PRI, mientras que 31.5% lo hizo por propuestas del PAN y 16% por el PRD.

La alianza entre el PRD, PT y Convergencia que formó el Frente Amplio Progresista (FAP) para el Congreso de la Unión, simplemente no sirvió ni impactó en el terreno electoral durante este 2007. Al igual que en la contienda federal del año pasado, los tres partidos conformaron la coalición para competir en las elecciones de diputados en Oaxaca y no lograron ganar un solo distrito. Agregaron a Alternativa y al PVEM para competir en los comicios de Michoacán y ganaron. Pero en el resto de las 14 elecciones su división pulverizó el voto generado para la izquierda. Ninguno de los tres partidos del FAP, en alianza o por su cuenta, pudo ganar distritos electorales en Aguascalientes, Baja California, Chihuahua, Durango, Puebla, Sinaloa, Tamaulipas, Veracruz y Yucatán.

Y como la psicología del color supone, el color azul es para la tranquilidad y las bajas temperaturas, el Partido Acción Nacional demostró más que tranquilidad inamovilidad y frío en sus resultados electorales. Como si un congelador abrigara al PAN, éste obtuvo en las 15 elecciones del año, el mismo porcentaje de votos (32%) que obtuvo hace seis años. Al parecer fueron seis años de parálisis. Quizá un poco más, pues la maquinaria electoral a cargo de Manuel Espino Barrientos acumuló derrotas que resultaron sorprendentes contrastandos con la buena aceptación que tiene el presidente Felipe Calderón Hinojosa.

Pero éstos resultados se han dado, no sólo por el desgaste que da el poder, el PAN es un partido que ha utilizado sin escrúpulos la guerra sucia y muestras hay muchas. El hecho de que operan las campañas panistas a nivel nacional dos grandes expertos en denostar al enemigo, estrategias de inhibición del voto y ridiculización mediática: Antonio Solá y Jesús Gómez Espejel. La presencia de ambos se ha dejado sentir en todos los procesos electorales de este año, siendo los más recientes los de Tamaulipas, donde Gómez Espejel estuvo a cargo de la guerra sucia en contra de los candidatos del PRI, en especial del entonces candidato a la alcaldía de Tampico, Oscar Pérez Inguanzo.

En Puebla, Solá estuvo presente, para intentar rescatar de sus yerros a Antonio Sánchez Díaz de Rivera, quien cayó estrepitosamente ante la priísta Blanca Alcalá Ruiz. A su vez estuvo presente en Baja California, Tlaxcala y Chihuahua, entre otros estados.

En Chihuahua se encontró con sus pares (por eso de que son igual de marranos) Roberto Lara Rocha, Fernando Alvarez Monge y Manuel Narváez, por lo que no batalló para construir un equipo de choque, perversidad y temor. De todo el estado apenas recuperaron Chihuahua capital y perdieron estrepitosamente posiciones en el Congreso, sin embargo lo más peligroso para nosotros chihuahuenses, es que hayan llegado semejantes retrógradas a nuestro Congreso Local: Lara Rocha y Alvarez Monge.

Ambos personajes se han encargado de pedir transparencia y disposición democrática para que la gente no se asuste y participe en los procesos electorales. Siendo ellos los principales generadores de estrategias de inhibición del voto y temor electoral. Son como los mismísimos Fariseos que ellos mismos critican, por aventar la piedra y esconder la mano.

Mientras tanto, el PRI, a ese que muchos pronosticaban su muerte…como el ave fénix resurge. El mismo PRI venció a su propio pasado: mostró que el efecto negativo que propició la nominación de Roberto Madrazo como candidato presidencial era coyuntural, y se erigió como una fuerza política capaz de vencer al PAN en las zonas urbanas. En la mitad de los estados donde hubo elecciones, gobierna el PRI y en todas ellas, los triunfos del tricolor fueron contundentes. En Tamaulipas acumuló 54.3% de los votos, 51% en Sinaloa, 49.5% en Oaxaca y 47.3% en Veracruz. Paradójicamente, el peor desempeño electoral del PRI ocurrió en Tlaxcala, donde no ganó uno solo de los 18 distritos de mayoría.

En el día que celebramos a la Revolución Mexicana, parece que entre más cerca el PRI, de ese ideario de democracia y justicia social, mejores resultados obtiene. La modernización del PRI, avanza a pasos agigantados en otros estados, cuando en nuestro estado lo hace con pasos más pausados y en la capital dicha modernización no se ve por ningún lado. Rumbo a 2009 y 2010, el PRI debe mostrar esos activos frescos, jóvenes y efectivos liderazgos que se tienen, pero que al asomar la cabeza son aplastados por los mismos priístas. Si quieren tener éxito en próximos comicios la palabra clave es unidad.

La modernización, liderar de nuevo las causas populares y la cercanía a la gente, ha vuelto a que la sociedad crea de nuevo en el PRI. Sigamos el ejemplo de otros estados, para que el PRI de Chihuahua capital avance.

El país se pinta en un aniversario más de la Revolución Mexicana de tricolor, gobernando más municipios, más congresos locales y más estados.

Hay que decir que no a quienes fomenten la guerra sucia, a esos que tiran la piedra y esconden la mano.