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Sábado 26 de diciembre de 2015

Trabaja ISSSTE en reducción de secuelas por traumatismos

Francisco Javier Islas Hernández agradece al Instituto su pronta recuperación después de volcar en su motocicleta.


Francisco Javier Islas Hernández agradece al Instituto su pronta recuperación después de volcar en su motocicleta.

Para reducir al máximo en sus derechohabientes las secuelas discapacitantes derivadas de traumatismos provocados por accidentes, el ISSSTE, bajo la Dirección de José Reyes Baeza Terrazas, cuenta con servicios de medicina física y rehabilitación en 48 unidades médicas: 13 hospitales regionales, 17 generales, 16 clínicas hospitales, el Centro Médico Nacional “20 de Noviembre” y la Clínica de Medicina Física y Rehabilitación de la Zona Sur del Distrito Federal, donde son atendidos con oportunidad, eficiencia y calidad por especialistas en la materia.

De acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), 81 de cada 100 personas con discapacidad tienen 30 años o más, lo que habla de una población en edad productiva que puede incluir a gente de la tercera edad.

Por su parte, la Encuesta de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH-2012), refiere que 57.5% de los discapacitados en México tienen afecciones en la movilidad y 12% son por causa de accidentes que cambian la vida a una persona en un instante.

Fue el caso de Francisco Javier Islas Hernández, trabajador de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), de 40 años de edad, quien manejaba su motocicleta al sur de la Ciudad de México a 120 kilómetros por hora y “por exceso de confianza”, relata, perdió el control y volcó su vehículo. “Al caer, mi reacción fue meter la pierna para evitar que se dañara la moto, y el peso del vehículo impactó de lleno en mi rodilla”, agrega.

Recuperarse le llevó cuatro meses a este derechohabiente del ISSSTE, quien hoy vive para contarlo y para recomendar a quienes usan este tipo de automotores, manejarlos con toda responsabilidad y precaución.

“Tengo dos hijos que me necesitan”, dice, “y si esta lesión que no fue tan grave me implicó no poder caminar y requirió un largo tratamiento, ¿qué puede pasar cuando hay fracturas y huesos rotos?, podría requerir no meses, quizá años la recuperación y posiblemente no sería al 100 por ciento”, lamentó.

De acuerdo con la doctora Carmen Georgina García Garduño, de la Clínica de Medicina Física y Rehabilitación de la Delegación Regional Zona Sur del ISSSTE, el paciente “sufrió una lesión de menisco medial y de ligamento cruzado anterior en su miembro pélvico derecho”, por lo que tuvo que recibir atención inmediata en el servicio de Urgencias del Hospital General “Dr. Darío Fernández Fierro”, donde le sacaron una radiografía, hicieron el diagnóstico, le inmovilizaron la articulación de la rodilla con una férula e iniciaron tratamiento farmacológico desinflamatorio y analgésico.

“Luego de mes y medio de inmovilidad de la articulación, el paciente presentaba pérdida de masa muscular y de fuerza, debilidad, limitación de movimiento y dolor; el tratamiento se enfocó a revertir estas secuelas y a tratar las lesiones propias del accidente para reincorporarlo al 100% al ámbito laboral, social y familiar”, señaló la doctora García.

A esa unidad de Medicina Física tuvo que acudir el paciente a 30 sesiones de rehabilitación, que incluyeron termoterapia, hidroterapia, ultrasonido y un programa de ejercicios indicado en casa para optimizar la función de su rodilla, abundó.

Explicó que de no haber recibido este tratamiento, el trabajador de la UNAM habría sufrido una lesión mayor y hubiera ameritado un procedimiento quirúrgico y terapias con más tiempo de duración, concluyó la especialista.

Hoy el paciente manifiesta su agradecimiento: “Me encuentro bien gracias a la atención excelente que recibí en el ISSSTE por parte de médicos, enfermeras y terapistas”, y reitera su recomendación: “hay que ser prudentes y manejar con toda responsabilidad”.