Urge Coparmex a relanzar lucha anticrimen

Ciudad de México— El Acuerdo Nacional por la Seguridad, la Justicia y la Legalidad ha tenido avances pero no los resultados esperados por la sociedad, lo que hace necesario relanzar la lucha, advirtió el presidente de la Coparmex, Gerardo Gutiérrez Candiani.

Sostuvo que esta lucha por la seguridad pública debe tener un enfoque integral y compromisos sujetos a una verdadera rendición de cuentas ciudadana, pero no debe permitirse que la política contamine las necesidades estratégicas en este frente.

"Se ha combatido con firmeza al crimen organizado, con logros importantes en decomisos de drogas, desmantelamiento de bandas criminales y encarcelamiento de capos del narcotráfico", admite en su mensaje semanal.

Sin embargo, señaló el líder de la Cofederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), hay que frenar el lavado de dinero y trabajar más sobre los factores económicos, sociales y culturales asociados con el fenómeno de la delincuencia.

Para ello, es necesaria una mejor coordinación entre los tres poderes de gobierno y una auténtica estrategia bilateral con Estados Unidos, que debe asumir su corresponsabilidad en estos problemas.

"Coincidimos en la necesidad de que haya un gran Comisionado, con plenas facultades, para atacar el problema de la inseguridad en México. Es importante construir, con la sociedad organizada, una propuesta para unificar las policías en los estados, como paso previo a un sistema nacional de policía".

De manera paralela llamó a reforzar el sistema de inteligencia para asegurar su eficacia, consolidar los esquemas de control de confianza en los estados y reformar a los ministerios públicos, que hoy operan, en muchos casos, con alto nivel de corrupción e ineficiencia.

Para Gutiérrez Candiani urge establecer mecanismos eficaces de evaluación y rendición de cuentas, para que los ciudadanos puedan premiar o castigar el desempeño de los servidores públicos.

Mencionó que el recrudecimiento de la violencia en Ciudad Juárez y la desgracia de las inundaciones en el Valle de Chalco presentan tres rasgos comunes: problemas en la coordinación entre los distintos niveles de gobierno, que no asumen a plenitud la responsabilidad, y no existe un rumbo de largo plazo.