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Viernes 27 de agosto de 2010

Urgente renovación

Loables, justificables y defendibles amén de urgentes, las propuestas del Sr. Presidente Felipe Calderón Hinojosa


Loables, justificables y defendibles amén de urgentes, las propuestas del Sr. Presidente Felipe Calderón Hinojosa

El primer paso para recobrar la salud, estriba en el reconocimiento de que se está afectado por alguna enfermedad, pues mientras se permanezca en la etapa de la negación, la única explicación que les encontraremos a todos los males que nos aquejan será que somos víctimas de la mala voluntad de los demás.

No podemos aplazar ni un minuto más la toma de conciencia de que este modelo de país al que nos aferramos es un modelo completamente agotado, muchas de las instituciones que otrora fueron soporte de la vida nacional han cumplido su ciclo normal de utilidad y por desgaste natural ya presentan el anquilosamiento y la parálisis que son síntomas inequívocos de muerte, a algunas inclusive, ya resulta imposible ponerles un parche más para disimular su avanzado grado de descomposición.

Sin caer en la visión catastrofista de quienes quieren mandar al diablo las instituciones, debemos plantarnos en una firme posición realista y empezar a realizar acciones decididas y drásticas para purgar de raíz las infecciones que pudren desde adentro la estructura social con la que tenemos que solventar las necesidades de nuestra convivencia nacional.

Basta de eufemismos y disimulos, llamemos a las cosas por su nombre, basta de “soluciones políticas” que no son otra cosa que sacarle la vuelta a los problemas para no afectar los intereses particulares de personajes influyentes o de grupos de poder que sin importarles el costo que represente para el resto de la población, defienden con uñas (que las tienen muy largas) y dientes (que los tienen muy feroces) los PRIvilegios que les fueron otorgados por las administraciones que les compraron los favores electorales con los que lograron perpetuarse durante décadas en el poder.

Esta realidad está vívidamente representada por la mayoría de los sindicatos que controlan las organizaciones laborales en nuestro país, mismas que se han habituado a la presión y al chantaje como medios recurrentes para seguir sangrando insaciablemente al presupuesto nacional, muestra por antonomasia de esta afirmación lo es el estado que guarda en la actualidad el sindicato magisterial encabezado por la dizque “profesora” Gordillo que con su nefasto desempeño ha demostrado que la única especialidad que domina es el de ser maestra de todas las malas mañas con cuya práctica no se cansa de denostar al gremio.

Por eso la ciudadanía debemos insistir hasta la terquedad y presionar con todos los recursos a nuestro alcance para que se termine de una vez y para siempre con estos perniciosos liderazgos, exigiéndoles a los legisladores la creación de leyes que los arranquen de raíz a fin de evitar su resurgimiento, Así como ellos son de contumaces en su actitud de aprovecharse de las lagunas legales que les permiten seguir sus latrocinios y tranzas, así de insistentes debemos ser los votantes en demandar por la reforma legal que empiece por derogar las leyes que han sido diseñadas a propósito para beneficiar los intereses de estos vivales y para dejarles siempre abierta una puerta de escape que los libre de una democrática rendición de cuentas que debiera ser ejercicio rutinario y transparente, porque a estas alturas ya estamos en el conocimiento de que han logrado crear una ínsula de poder al margen de las leyes que obligan al resto de la sociedad y medran en ella con total impunidad.

Por ello, a través de publicaciones como esta convocamos a toda la sociedad, para que se sume al esfuerzo que se realiza para lograr la purga definitiva de estos vicios y ya que hemos iniciado el proceso de depuración que nos encamine a ir re - tomando la fuerza legítima de la ciudadanía, insistimos en reforzar la iniciativa de terminar con la injustificable figura de las Diputaciones Pluri-nominales, para que al dejar de existir esos empleados al servicio de los partidos políticos y de los intereses sectarios que les es acostumbrado defender, los diputados que sean electos deban rendir cuantas a sus votantes y legislar contra toda forma de privilegio que propicie un sistema funcional de castas como este en el que disimuladamente vivimos los mexicanos.

Hablemos fuerte y claro, demos instrucción puntual a quienes dicen representarnos de lo que exigimos que se haga, presionemos por todos los medios a nuestro alcance para que recuerden que están para obedecer la voluntad soberana de la población y no lo que les dicte su grupo político o las presiones de organizaciones y gremios, respaldemos las acciones decididas de nuestro Presidente Felipe Calderón, quien además de luchar contra la delincuencia también ha emprendido una lucha contra las formas de corrupción tolerada como los son los sindicatos corruptos y quienes los defienden a ultranza... como lo hace el PRI.

El cochinero sindical está a la vista de todos, (“remember” a Gómez Urrutia del sindicato minero y uno por uno a los de todos los demás chinguicatos), por lo que los falsos argumentos patrioteros de los legisladores que se oponen a las reformas, quedan desvirtuados e improcedentes ante lo obvio de la corrupción sindical, sin autoridad moral que los justifique en defender a los líderes que ellos mismos crearon y solapan, las declaraciones cínicas y embusteras con las que obstaculizan las iniciativas que corregirían estos vicios a los que ellos laman “conquistas sindicales”, pero que para el ciudadano común significan PRIvilegios injustificables y como botón de muestra baste mencionar el indignante privilegio que nos convierte al resto de los mexicanos en ciudadanos de segunda en nuestro propio país, porque ¿de qué otra forma se explica? el hecho innegable de que los empleados de la CFE estén exentos del pago del consumo de energía eléctrica que hacen en sus viviendas, en sus negocios y hasta en sus granjas y ranchos llegando al extremo del abuso al extender este privilegio hasta en las propiedades de sus familiares, compadres y amigos, cuando además ganan magníficos sueldos que les permitirían pagar por ese servicio tal como lo hacemos el resto de los mexicanos.

“Nuestros” diputados, no lo son de hecho, porque tienen la arraigada costumbre de sólo legislar a favor de unos cuantos, costumbre... si, perniciosa también, pero que ni los justifica ni los libera de la obligación de revisar, transparentar, depurar y rendir cuentas públicas a la nación de ese catálogo de prebendas insostenibles que constituyen un nutrido archivo que aunque huele a podrido no se puede dar por muerto porque sigue siendo una onerosa carga para nuestro empobrecido pueblo.

Ante la opinión de los votantes, cada vez está quedando más en claro que la feroz defensa que hacen de la vieja ley laboral estos empleados de los partidos y de los gremios beneficiados de la corrupción, no tiene nada de patriótico ni de idealístico, pues en realidad viene siendo la más burda y convenenciera forma de complicidad de quienes debieran defender; más que esa torcida legalidad, la inaplazable causa de una auténtica justicia en favor de las mayorías. ¿Hasta cuando?, la respuesta ellos jamás la van a dar por voluntad propia, la tendremos que dar nosotros con nuestra exigencia y nuestro decidido “NO” a los diputados plurinominales, para librarnos de los unos y para de pasada, escarmentar a los otros.

Loables, justificables y defendibles amén de urgentes, las propuestas del Sr. Presidente Felipe Calderón Hinojosa por lo cual merecen nuestro comprometido apoyo. No lo dejemos solo en la tarea de barrer la casa para sacar los piojos.