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Lunes 3 de marzo de 2008

Verde, blanco y rojo: 79 años del PRI.

El PNR primera etapa para que México se insertara en el orden social y político


Es marzo sin duda uno los meses en que se celebran distintos eventos que marcaron la historia de nuestro querido México, ombligo de la luna. Una de esas fechas trascendentales es sin duda el 4 de marzo, día que en nació el Partido Nacional Revolucionario en el año de 1929 y que a la postre se convirtió en Partido de la Revolución Mexicana (en 1938) para bajo la era del presidente Miguel Alemán se transformara en como lo conocemos hoy: Partido Revolucionario Institucional.

El nacimiento del PRI, se dio gracias a que los partidos de tendencia revolucionaria se unieron para formar el Partido Nacional Revolucionario. El nuevo partido servía como marco para la integración y organización de las facciones de la Revolución en un solo organismo político, ideado por el general Plutarco Elías Calles quien con esto, buscaba darle una estabilidad política al país así como proteger su régimen, ante la inminente amenaza de inestabilidad y conflicto, mismo que tuvo al país sumido en la famosa decena trágica, que estaba muy reciente y nadie quería volver a vivir.

El PNR fue la primera etapa para que México se insertara en el orden social y político; retomar el rumbo y recomponer a un país que había quedado dividido tras la Revolución Mexicana y al que le urgía una reconstrucción, sobre todo, del tejido social. La decena trágica dejaba, entre otras cosas, la oportunidad de refundar un país nuevo, que dejara atrás viejas ideas, estructuras e ideales que, en ese momento, eran anticuadas y no cuadraban con los retos que planteaba el siglo XX, como se podía ver en otros países.

En la reconstrucción del tejido social mexicano, el paso principal era la exagerada pobreza que había dejado el movimiento armado de 1910. Acorde a la época, el PNR fue inclinándose hacia la izquierda y liderando las causas populares, en especial de la clase trabajadora, que conforme se acercaban los años 50, era más grande y dio origen a finales de los 30 y principios de los 40, a las grandes organizaciones sindicales de nuestro país, con el firme propósito de defender los derechos y logros de los trabajadores mexicanos. Es durante esta época que el PNR evoluciona y se convierte en Partido de la Revolución Mexicana.

La consolidación de las instituciones que le dieran certidumbre y progreso en nuestro país, conforme con el avance tecnológico hacen que el PRM se convierta en Partido Revolucionario Institucional, que logró mantenerse en el poder hasta el año 2000, cuando se perdió por primera vez la presidencia de la república.

Durante esa época se reconoció en la ley que todos somos iguales, la libertad de de pensar, escribir y expresarnos, de crear, la libertad de creer en lo que decidamos pero, sobre todo, un estado laico, sin el yugo opresor de la Iglesia, que ansía volver a los tiempos del oscurantismo donde el clero dominada la educación y sólo unos cuantos la recibían, hoy en día, gracias al PRI, la educación es para todos. México defendió lo suyo, sus ideas, principios, soberanía y a su gente. El PRI forjó las bases del México de hoy, que supo mirar hacia al progreso y al futuro en momentos clave.

El PRI asumió los compromisos necesarios para que el país avanzara, es por ello que su historia se divide en esas tres etapas importantes que derivan en un cambio de nombre, adecuándose a las necesidades sociales de la época, sin embargo existe una cuarta etapa que quedó trunca, por intereses diversos y que hubiera dado al PRI, un respiro, un nuevo comienzo de cara al siglo XXI. Esa etapa la inició Luis Donaldo Colosio al abrazar el ideario del liberalismo social propuesto por el presidente Carlos Salinas de Gortari.

Esa famosa “refundación” del PRI en los 90’s quedó trunca con la muerte del entonces candidato presidencial en marzo de 1994 y con la persecución contra Salinas de Gortari por el régimen zedillista. Al quedar truncada esta etapa, el PRI quedó rezagado y poco a poco, fue perdiendo espacio y ganando una soberbia que no le permitió asumir compromisos de cara al siglo XXI que derivó en perder la elección presidencial del 2000 y la del 2006.

A raíz de que el PRI se quedara sin su “jefe máximo”, se inició una “regionalización” del PRI, donde en cada estado que gobierna, el gobernador se convertía en el jefe máximo generando 18 PRIs diferentes y en los estados donde es oposición una lucha encarnizada de antiguos caciques y nuevas fuerzas que buscaban adueñuarse de la franquicia local, gracias a ese vacío de liderazgo.

Ante el desplome del 2006, el PRI se ha recuperado en el terreno electoral en estados como Yucatán, donde se recuperó la gubernatura, sin embargo existen estados donde el PRI no se ha unido, ha prevalecido la ambición y la soberbia de los grupos que han puesto en primer plano el interés exclusivo de su grupo o el personal antes que el colectivo. De ahí que en estados como las Bajas Californias, Zacatecas o Tlaxcala el PRI no ha salido triunfador, sino relegado.

Que decir de los contextos municipales, nuestra capital es un ejemplo de la soberbia que emborrachó al equipo del candidato priísta a alcalde, donde, al igual que en los estados mencionados, el ingrediente fue la exclusión y la soberbia bajo la premisa: si ganamos el triunfo es nuestro para no compartirlo y si perdemos es culpa de aquellos que ni a fuerzas quisieron apoyarnos y se decían priístas.

La soberbia es un mal generalizado en muchos estados donde el PRI es oposición y donde gobierna, en algunos lugares, las derrotas les han abierto la mente y humildemente han comenzado un proyecto incluyente de cara a las elecciones federales y locales venideras. Pero en otros lugares del país ni las derrotas más estrepitosas han hecho que la soberbia mande y buscan retener cotos de poder como dirigencias estatales, municipales, candidaturas, dirigencias de sector, entre otros.

La misma soberbia tricolor ha generado, en estados como Chihuahua, que existan nuevos cuadros. Al priísmo de Chihuahua le urgen nuevos cuadros, pero desde hace varios años ha sido un tema ignorado por el priísmo chihuahuense. Y peor aún, a los nuevos cuadros que muestran interés, se les relega o se les “manda callar” ya que cierto grupo desea seguir teniendo el control de la franquicia y darle oportunidad a los mismos jóvenes de siempre, que desde hace diez años dominan los liderazgos de las juventudes priístas chihuahuenses y después de ellos no hay un grupo definido de nuevos cuadros.

En otros estados la formación de cuadros es prioridad y se ha notado en los comicios locales más recientes, mirando hacia el futuro. La importancia de formar nuevos cuadros incluyentes, pensantes, demandantes, críticos, rebeldes, aventureros y educados, es trascendental para la supervivencia política e ideológica del PRI, de no hacerse, se seguirán viendo las derrotas y los grupos de siempre acabarán por debilitar al partido del cual nos sentimos orgullosos muchos.

La soberbia que se pinta de verde, blanco y rojo en el PRI, debe de ser erradicada. Alzar la voz, no callarnos; la autocrítica al partido siempre es buena, aunque siempre existen dirigentes que se creen “gurús” de la estrategia o “sabelotodos” e ignoran el sentir de los jóvenes, a quienes ven casi siempre como meros instrumentos de distribución propagandística.

Hay que explorar casos como el de Veracruz, Tamaulipas, Sonora o Estado de México, donde el PRI está preocupado y ocupado formando cuadros de distintos grupos y sectores del PRI, pensando, como dirían los gringos, en la “big picture” y en el futuro del partido, formando a la clase política del mañana que le dará rumbo al PRI.

En este 79 aniversario del PRI, la reflexión es emular pues el ejemplo de estos estados en Chihuahua y en estados, por el bien de nuestro partido que debe evolucionar y formar cuadros para adecuarse a los tiempos, si quiere existir como una opción viable de gobierno en el futuro cercano y lejano. Para ello, es necesario acabar con la cerrazón y la soberbia de colores verde, blanco y rojo.

Rouge, blanc et bleu: el alma de París.

Sin duda alguna, un símbolo gráfico de Francia son los colores de su bandera, otro es su famosa capital París. Un tercer símbolo que es orgullo de los Galos y de su capital es la inolvidable y legendaria voz de Edith Piaf. Su nombre real era Edith Giovanna Gassion y enamoró al mundo entero con su voz y trágicas interpretaciones, cuya más famosa es, sin duda, “La vida en rosa”. Pues la intensa, complicada y trágica vida de esta cantante fue llevada al cine de manera magistral por Oliver Dahan, quien escribió y dirigió “La Vida en Rosa”, que es un magnífico filme que retrata los duros momentos de la vida de Piaf así como sus excesos y soledad. La manera de narrar del filme es fabulosa, pero lo más excelso del filme es la actuación de Marion Cotillard como Edith Piaf, es de verdad magnífica que le ha valido varios premios recientemente, entre ellos el Oscar. Además de la historia, la música es fabulosa. Las canciones más representativas de la carrera de Piaf son el eje narrativo de la intensa historia. Es una joya del cine francés contemporáneo y por ningún motivo deje de verla en el cine.

Edith Piaf fue un tan popular y tan famosa en la Francia de mediados del siglo XX asi como en el resto del mundo, que su personalidad tan extremista y marcada por un sin número de tristes acontecimientos, absorbió la soberbia que da la fama. Llegó a ser catalogada de manera tan asombrosa como “tu voz es el alma de París”. Piaf vivió muchos excesos y su soberbia era tan famosa como ella misma. Insultos y humillaciones públicas eran su especialidad y esto se plasma de manera asombrosa en el filme, cuyo mensaje de que la soberbia es nociva, queda claro y no importa si es tricolor o technicolor.

ULTIMALETRA

La hora crucial se acerca en el PRD. El partido del sol azteca llega a un momento donde se define su futuro, al renovar su dirigencia nacional. El dilema es complicado: irse por la línea pejista o volver a los orígenes, lejos del extremo radicalismo. El clima de violencia en este partido rumbo al proceso interno se intensifica y se vislumbra un gran cisma en el PRD si el ganador no es el gallo de AMLO.

Escucha mis comentarios en radio: Miércoles en el programa “Círculo Rojo” en el 1010 AM que conduce Pedro Chávez alas 15.00 horas y los jueves en “La Ventana del Juicio” con Estebán Salmón por Antena 760 AM o por Internet: www.antena760.com en punto de las 20:00 hrs.

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