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Chihuahua, Chihuahua



Miércoles 8 de octubre de 2008

Violencia hacia mujer; todos responsables

Los esfuerzos que el INMUJERES y el ICHIMU realizan es de enorme relevancia


La lucha para erradicar la violencia contra la mujer es un asunto tan vigente como antiguo es el problema; se avanza en algunos aspectos pero se retrocede en otros. además, disminuir su incidencia compete tanto a mujeres como a varones, no como equivocadamente ciertas agrupaciones radicales tratan de exponerlo como exclusividad femenina.

Desde épocas ancestrales el machismo ha sido el mayor mal que reprime a las mujeres, aquellos primeros varones que salían a cazar animales para alimentarse ya condenaban a las mujeres para quedarse en los refugios al cuidado de los hijos, estas prácticas marcaron el derrotero que hasta nuestros días prevalece, con la misma intensidad de entonces.

A finales de los años ochentas y con mayor intensidad en los noventas y en este siglo XXI, el activismo para contrarrestar el la violencia en contra de las mujeres ha contribuido para que los gobiernos de las naciones, principalmente occidentales, comenzaran a ocuparse de este mal que averguenza a la humanidad. Modificaciones a la legislación en la materia han permitido que las mujeres tengan mejores canales para la denuncia y el aumento en las penas corporales a los varones agresores.

Existen también movimientos de asocianes civiles internacionales y nacionales que impulsan modificaciones a la Constitución con las controvertidas acciones afirmativas, que no buscan precisamente combatir la violencia y el maltrato en contra de la mujer, sino forzar la equidad de género en el ámbito electoral. Esta perspectiva es compleja porque contrapone un interés personal de participación electoral al precepto constitucional de votar y ser votado, vaya, es ponerle adjetivos a la democracia; sin embargo, la lucha que las mujeres realizan, primero para ser respetadas como persona y segundo, para competir a los varones en el aspecto político, económico o laboral continúa cobrando fuerza, por lo que es menester de la sociedad entera apoyar tan necesaria y urgente causa.

Conseguir el objetivo de que la mujer y el varón participen en un plano de respeto e igualdad en el desarrollo socio-económico y político de su comunidad y país, no resulta fácil porque vencer inercias de miles de años, es tan díficil y doloroso como acostumbrar a los varones a entender que el sometimiento en el que ha mantenido a la mujer, no está dispuesto a vivirlo en carne propia a no ser que comprenda que una mujer tiene los mismos derechos y obligaciones que ellos, que es tan ser humano como él y que siente y sufre como él.

Los esfuerzos que el INMUJERES y el ICHIMU realizan es de enorme relevancia porque desempeñan un papel muy importante en pro de los derechos de la mujer. Reformar el Código Civil en beneficio de la igualdad de género es bueno, modificar el Código Penal para aumentar las sanciones a las parejas violentas es bueno, pero también dicho esfuerzo debe enfocarse en la implementación de programas de valores desde el seno familiar, porque la FAMILIA es y seguirá siendo el núcleo más fuerte para sostener los sueños de una Nación. Por ello, es imperativo que los programas de prevención del maltrato físico y psicológico contra la mujer abarquen la rehabilitación del varón agresor, así como existe la readaptación para los trasegresores de la Ley, también debe existir la reinserción social del individuo que haya victimizado a su pareja.

El estado de Chihuahua ocupa hoy en día el primer lugar de DIVORCIOS a nivel nacional, esto nos obliga a poner mayor empeño en diseñar políticas públicas de orientación para las nuevas parejas, de difusión desde el aula y más preciso desde el nivel medio superior, de los derechos fundamentales de la persona, así como del enorme valor que representa formar un hogar y tener una Familia.

La tarea que la titular del ICHIMU hace para combatir la violencia contra la mujer es admirable, más, tratándose de una persona que sabe lo que es participar en un proceso electoral abierto y democrático, y este esfuerzo debe ser motivo inspirador para que toda la sociedad nos involucremos en esta noble labor, no permitiendo que la presión de grupos especificos se adueñen de esta lucha o la conviertan en una exclusividad de género, porque puede resultar peligroso para la estabilidad de las familias chihuahuenses, que por una información distorsinada, se entienda que la invitación a la intimidad consentida, la mala alimentación, la atención de los hijos o emplearse los dos padres, sea algo indebido o responsabilidad de un solo integrante de la pareja, por eso indispensable estar atentos a este tema y apoyar la tarea de esta dependencia y su titular.

Por lo que respecta al presupuesto de egresos que el ejecutivo federal contempla para el 2009, aun y cuando se visuliza un año muy díficil en ingresos para el gobierno, no debe escamotearse recursos públicos para continuar con el combate de la violencia contra la mujer y el rediseño de los programas de prevención de la violencia intrafamiliar, orientación y difusión del valor más preciado que tenemos como sociedad: LA FAMILIA.

P. D. Fue un error que el Congreso local haya decidido eliminar la Comisión de Feminicidios, eso es una mala señal contra la mujeres porque exhibe la falta de compromiso del gobierno del estado para atender este flagelo que hoy en día sigue enlutando familias chihuahuenses. Minimizar el asunto, desaparecerlos de la notas informativas por motivos de costos políticos o por estética de informe gubernamental, de ninguna manera soluciona el problema y mucho menos exime a la autoridad estatal de la responsabilidad de contabilizar en estos cuatros años de gobierno, una tercera parte de los casos registrados desde 1993.