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Se Recibe Cascajo

29 de junio de 2013, 07:12, por Cristina Rincón S

José, amigos. Les comparto un comentario que desató una reflexión y se redujo a un "regaño a bobos". Se la hice a algunos familiares, amigos y conocidos, unos días antes de la elección presidencial del año pasado. Anticipo que muchos se ofendieron; en un inicio pretendí evaluar mi propia conducta, pero lancé una piedra con malintencionada "giribilla" y zas! maté a varios pájaros con la misma. Les dije así:

"Se dice que los jóvenes de hoy son el futuro del mañana. Pues, los jóvenes de ayer, que "madriza" le pusimos a México".
Acusando el desfiguro de sus facciones, arremetí:
"No conformes, los adultos de hoy, ponemos toda clase de obstáculos para el desarrollo de ’nuestros’ jóvenes, imagínense, después del presente destrozado que con ’esfuerzo’ (apatía), construimos en el pasado,¿cómo será su futuro? ¿Lo tendrán? ¿Apoyarlos o contribuir junto con los dueños del país a reprimir sus sueños?".
"Nos llenamos la boca en calificarlos como ’ninis’, exigimos a los hijos del vecino a que estudien y/o que trabajen (así nos inducen los medios oficiales), pero los estudios demuestran que tenemos uno de los peores índices de desempleo, de calidad educativa, de pobreza; carecemos, entre muchos otros servicios, de planteles educativos por lo cual, año con año se rechazan a miles de adolescentes con ímpetu de continuar su desarrollo educativo. El Estado obliga a la deserción escolar; nos empeñamos con absurdo descaro, en responsabilizar a los jóvenes y sus maestros".
¿Y los padres, dónde están los padres de familia?

Ya mas consientes viene la pregunta del millón:
¿Y que podemos hacer?

Hago una pausa para ampliar el panorama.
Varios familiares y amigos, trabajan en el sector público. Votan por el partido que les ofrece mantener sus mal llamados derechos laborales (privilegios y prebendas). No estoy en contra de los derechos a los trabajadores, lo que mi capacidad de entendimiento no me permite comprender, es el hecho de que ellos, no valoran el trabajo, sudor y lágrimas, de aquellos protagonistas del pasado que les permiten vivir en éste presente; oasis del desierto, frágil espejismo.
Hacen como que trabajan, dizque por que el patrón hace como que les paga. Al fin que no los pueden correr, además pueden vender o heredar sus plazas; El "futuro" lo tienen asegurado para toda su familia.
Otros son comerciantes informales, recibieron promesas para otorgarles un espacio gratuito (previo trabajo de acarreo), para vender su mercancía. Hoy afirman que la reforma laboral les conviene. Pregunté: ¿También le conviene a tus hijos, hermanos, a uno mismo cuando nos toque ocupar el lugar de empleados?

Regresando con la respuesta que les dí a la pregunta del millón:
A los padres les pido, PÓNGANSE A TRABAJAR, PERO EN SERIO!

De nuestro ejemplo depende que nuestros hijos sean los próximos buenos o malos gobernantes. OJO la probabilidad y estadística demuestra que, es mas seguro que pertenezcan a la clase social explotada, dormida y reprimida.
Mejor eduquemos con valores humanos profundamente enraizados, con certeza, habrá en general, buenos ciudadanos, les hará más fácil la convivencia y tendrán un mejor país.

Que decepción me llevé. Sus intereses inamovibles pudieron mas que la conciencia. A pesar de que puse como ejemplo el avance en programas sociales que han tenido los partidos de izquierda sobre todo en el D.F., votaron por "el que de todos modos va a ganar".
Insisto, a los adultos de hoy, ni como ayudarles, pobres hijos pobres. Triste y penosa realidad.

Estoy de acuerdo con nuestro amigo Sam Bigotes, continuar con la denuncia soportada, no denostar por denostar, a algún joven le habremos de llegar.

Mis amplias felicitaciones a tus excelentes artículos. Abrazos!