Portada del sitio > ... > Foro 37516

Bien, Francisco

14 de agosto de 2013, 04:37, por Cristina Rincón

José, comparto tu punto nodal. La historia de Jorge Mario Bergolio avala que no es una simple actuación -como a la que nos tienen acostumbrados en México- para conseguir adeptos.
Titulado como técnico químico dedicándose al control de la higiene de productos alimenticios, profesor de literatura y psicología, activista durante la dictadura militar en Argentina, con gran vocación religiosa, se ganó a pulso el mote de: "obispo de los pobres". Toda su vida ha mantenido un estilo de vida sencilla y humilde, escucha a todo tipo de gente de cualquier estrato, desde la élite empresarial, política y social, hasta a un ladrón o una prostituta, comprometido con la justicia social sin importar que sean católicos o no.
Fue arzobispo, cardenal y presidente de la Conferencia Episcopal, renunció a las mansiones, limusinas, él cocinaba su propia comida y se trasladaba en transporte público. Gusta del tango, la ópera, la lectura y el fútbol.
El Papa Francisco (el nombre oficial es Francisco a secas sin agregar el número romano), es el primer Papa americano, el primer Papa jesuita, el primer Papa liberal, el primer Papa que ejerce con el ejemplo y al primer Papa que le creo.

Sin embargo, me parece que goza de mucha popularidad, amén de sus propios méritos, su imagen es exagerada por los medios masivos de comunicación. No apruebo que al poder eclesiástico se le brinde semanas, meses, para detallarnos y exaltar el proceso y definición de la cónclave para la elección del Papa. No por lo que representa acrecentar el acervo cultural, sino por que es totalmente desproporcionado con respecto a otros temas de suma importancia para un país como el nuestro; que si bien necesita tener fe, esperanza y recuperar sus valores humanos, así mismo precisa de programas de prevención en el ámbito de la salud, accidentes, delitos, en materia de política, de ciencia y tecnología, para ser transmitidos de una manera sencilla, gráfica y amena, en igual equilibrio de tiempo y espacio.

Es difícil no ligar la política con el clero. Cada que acudo a misa (por ser invitada a dar gracias por una primera comunión, bautismo, XV años, bodas o decesos), me demuestro que también es una labor lucrativa. Observo a los párrocos, salen con su auto último modelo, viven en residencias o mansiones, usan ropa de marca y todo gracias a sus humildes, desinteresados e ingenuos creyentes. Tengo familiares que fueron "ayudantes" de un "Monseñor", con una parte de las limosnas alcanzó para que éstas personas hicieran su fortuna. Ahora cuentan con un gran construcción en un terreno muy amplio, tienen autos, y un negocio muy próspero que si bien lo han sabido aprovechar no se vale que lo hayan iniciado "utilizando" la buena voluntad de los que hasta hoy siguen en la miseria. Esto ocurre en una ciudad como la Ciudad de México, y, por lo que he leído, en las iglesias rurales, muchos representantes de sectas religiosas, adoctrinan a sus fieles para fines políticos y sexuales. Abusan de tanta gente que en lugar de buscar ayuda para aprender a hacer respetar sus derechos, prefieren encomendar su vida y alma al "Señor".

Recientemente leí un libro muy recomendable (Esclavas del Poder de Lydia Cacho), que abre los ojos cada vez mas a la gente incrédula y escéptica. Muchos siguen sin creer que el hombre manipula los usos y costumbres para beneficio propio o peor aún para fines bélicos. Por poner un ejemplo espeluznante, la creciente esclavitud del siglo XXI: La trata de personas.

Vivimos en un México construido a base de privilegios.
Dirían mis familiares después de embolsarse las limosnas: "Dios siempre provee".
A Dios lo que es de Dios...