No es Miedo, ¡Es Pavor!

Recordando una frase dicha en una película, no recuerdo el título, un instructor de combate aéreo gringo dijo que con suficiente dinero hasta un ladrillo podía volar, refiriéndose al F-4 Phantom. Lo mismo puede aplicarse a infinidad de situaciones y en particular la que nos ocupa en este momento. Con suficiente dinero, hasta un pollino puede ser presidente de una república (¡uf! ¡es la nuestra!). Pero, ¿dadas las características del susodicho, alguien realmente cree que ÉL es el jefe supremo, el "big cheese", el mandamás? ¿Habrá alguien que le otorgue suficiente materia gris para que el señor pueda entender la complejidad de un negocio como el del petróleo ó tener la autoridad moral para pedir que los gorilas del CNTE sean evaluados periódicamente ?
La respuesta es sencilla, el Sr. Presidente solo es un parapeto, una cara bonita que sirvió para distraer a damas golosas y hombres crédulos ó sin escrúpulos. Otros simplemente, quizá sin malicia, no vieron la obviedad de lo obvio.
Lo cierto es que ahora más que nunca, las políticas públicas están siendo dictadas desde el poder económico. El oscuro y manipulador grupo detrás del ejecutivo hoy es mas evidente que nunca. Un grupo cuyo objetivo de más poder los une, por lo que no es requisito que sea homogéneo.
Desde mi humilde punto de vista, EPN nunca se propuso dar el "informe" (léase "compendio de falacias") desde el recinto legislativo, sus apariciones públicas desde un inicio han estado marcadas por un férreo despliegue del Estado Mayor y siendo la mayoría de éstas de carácter institucional. Rara vez visita al pueblo.
Las mas grandes inexactitudes, bueno, está bien, MENTIRAS, son el acotamiento del crimen organizado (y del otro), las bondades de la propuesta reforma energética en lugar de realizar una reorganización y sobre todo el desmantelamiento del poder sindical petrolero y de las prebendas del de electricistas. Hasta ahora nunca he visto un estudio de cuanto se incrementa el costo de los energéticos si se le cargan la corrupción y la ineficiencia.
Para concluir, la falta de solución a los problemas en nuestro México continúan siendo la impunidad, la corrupción y la ineficiencia. En ese estricto y riguroso orden. Claro, salvo su mejor opinión.
Un afectuoso saludo.