¿Acaso yo Maestro?

Hola José. Muy valioso tu excelente análisis. Intentaré complementarlo.
Al estar cerca de los maestros rurales de Guerrero, de Michoacán, de Veracruz, étc.; me he enterado de primera mano de lo siguiente: No niegan que existen prebendas y canonjías, no niegan que han accedido (por interés personal) a los planes de su sindicato al apoyar al partido en turno para perpetuar sus privilegios. Sin embargo, lo que temen es que se les reduzca a su mínima expresión sus derechos laborales. sospechan de una evaluación estructurada "a modo", precisamente para "deshacerse" de los maestros que "estorben" (no así de los menos preparados). No debemos descartar que saben de lo que hablan, pues toda su vida han convivido con ahora el "enemigo". Están de acuerdo con una evaluación sin actos corruptos.
De reforma educativa no tiene nada. Se quiere realizar una reestructuración del magisterio, hacerlos pasar por disfuncionales y así iniciar la privatización de la educación pública (algo similar a lo que pasa con PEMEX). Si de por sí les cuesta un esfuerzo enorme acudir a sus escuelas a los niños que habitan en las sierras, imagínense con un costo monetario adicional, les matarían sus intensiones de estudiar.
Las preguntas que en este caso se me vienen a la mente son: Cuando existe una injusticia para alguien que ha actuado llámese "dentro de la ley" (sus derechos son legales), por beneficio personal mas allá del social, ¿se vale no apoyarlos?. ¿Es justo que se le carguen las pulgas al perro mas flaco? Es decir, a los maestros que se dedican a la docencia con miserables instalaciones, con niños desnutridos y cansados por largas jornadas de trabajo y de traslado.
No se olvide que son MAESTROS, profesores que debieran tener los mejores sueldos y la mejor infraestructura para poder llegar a la excelencia en la educación, claro está con el apoyo incondicional de los padres, porque conformamos un conjunto. Ni el gobierno, ni los maestros, ni los padres de familia lo podemos hacer de forma unilateral... Somos complementarios. Yo apoyo las demandas justas del gremio, merecen un excelente ambiente laboral para ejercer su histórica y trascendental profesión. Como padre de familia tendré las armas suficientes para exigir su excelente desempeño, con la obligación moral de participar en el desarrollo de nuestros hijos.
Les dejo un fragmento de un artículo publicado por John M Ackerman en la Jornada con el título de "Aulas llenas":
"La principal demanda de la Coordinadora Estatal de los Trabajadores de la Educación de Guerrero (Ceteg) es establecer en la ley el 6 por ciento del producto interno bruto (PIB) del Estado para la "construcción, mantenimiento, equipamiento, mobiliario, material didáctico, servicios básicos y demás necesidades del servicio educativo". El listado no menciona salarios ni prestaciones laborales, sino que se refiere exclusivamente al mejoramiento de las condiciones educativas..."
Finalizo mi comentario con mi frase: "Mientras mas cerca te encuentres de la gente y de sus problemas, podrás identificarte con ellos, apoyarles pero también hacerles entender que para cualquier petición debe haber una negociación"
Un abrazo cariñoso. Feliz Semana.