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¿Acaso yo Maestro?

18 de septiembre de 2013, 19:50, por Cristina Rincón

Hola disidente de la disidencia, jajaja. Disfruto y admiro tu forma e imaginación para expresarte, lo haces ameno y "entendible"; tus análisis siempre tan llenos de bondad, talento y conocimiento.
Te asiste la razón en cuanto al comportamiento de la mayoría del gremio educativo (no es área ni actividad exclusiva). Tengo familiares que son "administrativos" (corre ve y lleva) con una plaza de maestro, con prestaciones y sueldo de educando (si bien es despreciable, los "empleadores" tienen la mayor responsabilidad).
La realidad es, que los profesores defienden sus propios intereses, pero, de refilón o de paso (para encontrar el apoyo de la sociedad), manejan la defensa de la educación gratuita y de calidad.
Citando palabras del Doctor en Filosofía, Enrique Dussel:
"...Desde el Tratado de Libre Comercio, ya de una manera violenta, se ha entregado a una competencia imposible con Estados Unidos. La política bancaria de los préstamos y su salvajismo, el Fobaproa y lo que siguió —que es lo que ahora está sufriendo, muchos años después, Grecia, y ya sabemos lo que le va a pasar— ha sumido a México en una pobreza enorme, fruto de una representación política inescrupulosa y corrupta. Eso hace que el país se encuentre en una crisis económica, de pobreza política, de corrupción cultural, de negación de sus propios principios, de educación pública en manos de sindicatos charros. Realmente no se ve ninguna posibilidad próxima futura de salir de esto, sino al contrario, se va a ir agravando..."
Considero que al apoyar a la disidencia, éstos puedan aprender la lección, es decir, hoy nos necesitan para defender sus propios derechos que de cierta manera repercutirán también (para bien al cobijarlos o para mal en caso de no hacerlo), en los intereses futuros del pueblo mexicano.
En la guerra, en el amor, en la política, en el clero, étc., se necesitan alianzas ideológicas. Políticamente sería buen momento para encontrar aliados (o capital político), en lo social podría servir para iniciar la concientización de maestros, padres y sociedad en general.
En mi muy particular y humilde opinión, es momento de participar aunque ellos no lo hayan hecho antes, porque pareciera que "no me atañe" (hoy... y ¿mañana, tal vez?). Además ejecuto mi afán caritativo: "Hoy por ti mañana por mi". Como sociedad ya es hora de unirnos y trabajar realmente comprometidos. Puede ser utópico, pero si no luchamos por un sueño, jamás se concretará. Si no lo intento, nunca lo sabré.
Me atrapa tu espacio. Saludos y bendiciones.