De figuras a figuras

Respeto el argumento editorial vertido en esta columna.
Hay una enorme diferencia entre las actitudes del Sr Mandela y la actitud del Sr Obrador.
El primero buscaba la unión de todo el país, a través de manifestaciones de tipo pacifista que terminaban en brutales represiones por parte del gobierno . El segundo utiliza las manifestaciones de tipo violento y afrentista para polarizar a la sociedad: aquellos y nosotros con una enorme tolerancia de las autoridades donde quiera que hagan sus desmanes, y sino ahí están los medios que han registrado estos hechos.

Tras la liberación, un amplio sector de la sociedad (Incluidos blancos clase medieros y blancos pobres) vieron en el Sr Mandela a la persona ideal para ocupar la presidencia después que el propio gobierno abolió el apartheid, cosa a lo que Mandela se negó en varias ocasiones. El Sr Obrador busca desesperadamente ese cargo, si no obtiene sus metas, simplemente va acomodando las circunstancias para que su plataforma política sea conveniente a sus propósitos, arrastrando tras de él a sus incondicionales- El señor Nelson M. al ocupar la presidencia promovió cambios graduales sin cobrar afrentas, sin venganzas políticas, África del Sur no se volvió socialista ni hubo una Revolución como las ha habido en países como Venezuela o experimentos populistas como en Argentina. Para mi con el debido respeto de las figuras referidas, Obrador no merece ni siquiera la comparación con una figura como la del Líder Sudafricano.
Simplemente uno buscaba cambios en la sociedad de su nación, cosa que logró gracias en parte a que la comunidad internacional puso su granito de arena, el otro gusta de tomar en forma personal sus derrotas políticas y buscar revancha.