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Sábado 28 de marzo de 2009

Acusa ministerial de robo a militares

Un agente del Ministerio Público denunció que elementos del Ejército Mexicano se apoderaron de sus pertenencias


Un agente del Ministerio Público denunció que elementos del Ejército Mexicano se apoderaron de sus pertenencias

Un agente del Ministerio Público del fuero común denunció que elementos del Ejército Mexicano se apoderaron de sus pertenencias, tales como sus identificaciones oficiales, alimentos que tenía en su refrigerador y hasta ropa, por lo que acudió a interponer una querella ante la Procuraduría General de la República (PGR).

Jorge Leyva, quien trabaja para la Subprocuraduría de Justicia Zona Norte, indicó que alrededor de las ocho y media de la noche se encontraba en el exterior de su domicilio, ubicado en el Infonavit Frontera II al norte de la ciudad, en compañía de varios amigos escuchando música y platicando.

De pronto, llegaron al lugar dos unidades pick up con militares a bordo y les dijeron que serían sometidos a una revisión de rutina.

El afectado indicó que los soldados les dijeron que pusieran sus pertenencias en el piso, tales como carteras y teléfonos celulares, para después ser colocado junto con los demás de cara a la pared y con las manos arriba.

Ante la situación, pidió hablar con el oficial al mando del operativo y trató de identificarse como agente del Ministerio Público, pero como respuesta recibió insultos y la orden de que se callara y mantuviera la vista en el suelo.

Luego, los militares preguntaron por Miguel Orozco Ayala, quien se encontraba entre el grupo, a quien le exigieron que abriera la casa, pero el hombre les dijo que no le pertenecía.

Los militares se acercaron al vehículo de Leyva y retiraron las llaves del sistema de encendido, ya que estaban escuchando la música de la unidad, tras lo cuál abrieron la vivienda y entraron, llevándose a Orozco Ayala al interior.

“Yo escuché sus gritos porque estaban golpeándolo en la parte alta de la casa, después de 30 minutos se fueron y entré a la casa todo estaba tirado”, mencionó.

Alcanzó a percibir que se habían llevado comida, pantalones, camisas, chamarras, varios cobertores y ocho pares de zapatos.

También desaparecieron dos mil pesos que estaban en una bolsa de su madre y joyería diversa, ya que su familiar se dedica a la venta de diversos artículos.

Luego se dio cuenta de que aunque a las personas que lo acompañaban les regresaron su cartera, la de él ya no apareció.

“Acababa de cobrar una compensación salarial y traía tres mil pesos en efectivo, además se llevaron mis identificaciones personales y mi teléfono celular”, explicó.

Se dio cuenta de que además los militares se habían llevado a Orozco Ayala y dijo ignorar lo que ocurrió con él.

Ayer mismo acudió ante personal de la delegación local de la Procuraduría General de la República (PGR) a presentar su denuncia, sin embargo no pudo realizar el trámite porque no traía consigo alguna identificación.

Pero afirmó que interpondrá la querella, esta vez por escrito, una vez que cuenta con algún documento de identidad válido.

Cuando estaba en la sede de la dependencia, preguntó por el paradero del hombre que se llevaron los soldados, a los que identificó como los que portan una boina roja, pero le dijeron que no estaba consignado ante esa representación social y dijo desconocer si su conocido ya estaba en su casa.

Leyva mencionó que alcanzó a apuntar en número de una de las unidades, la 2525350, en una de sus piernas.

“Soy una persona de trabajo y no me puedo quedar callado, se llevaron mi teléfono celular y tengo desconfianza de que vayan a vincularme en alguna otra actividad”, manifestó.

Pero, añadió, se desempeña como agente del Ministerio Público y nunca ha tenido problemas, ni siquiera faltas administrativas, pero está molesto por lo que ocurrió como lo estaría cualquier ciudadano, dijo.

Ayer se trató de obtener la versión oficial de los hechos, pero no fue posible hablar con el portavoz de las corporaciones que intervienen en la operación de seguridad pública.