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Lunes 14 de junio de 2010

"Antes había arreglos con el crimen"

Ahora ya no funcionan, sino que aceleran la expansión de los grupos criminales: Felipe Calderón


Ahora ya no funcionan, sino que aceleran la expansión de los grupos criminales: Felipe Calderón

CIUDAD DE MÉXICO, 14 de junio.- El presidente de México, Felipe Calderón, rechazó hoy las políticas de "arreglo" con las bandas de narcotraficantes realizadas desde algunas instituciones del Estado y defendió su lucha contra el crimen organizado, sin la que éste "hubiera sometido a millones de familias mexicanas".

En un inserto publicado hoy por la prensa mexicana, el mandatario justificó el combate emprendido por su Gobierno contra las organizaciones criminales, que han pasado en los últimos años de tener un "bajo perfil" a uno "violento, intrusivo y desafiante" que "busca a la autoridad para dominarla".

Calderón afirmó que el cambio de actitud de los criminales desde mediados de los años noventa "sorprendió a unas debilitadas estructuras" del Estado, por lo que "algunas de ellas procuraron un arreglo implícito o explícito".

"Ahora, con el nuevo modelo de control territorial y extorsión (de los narcotraficantes), los arreglos no funcionan", sino que aceleran la expansión de estos grupos criminales.

Diversos analistas consideran que durante las administraciones del Partido Revolucionario Institucional (PRI), que gobernó México entre 1931 y 2000, e incluso en el primer Gobierno del Partido de Acción Nacional (PAN), al que pertenece Calderón, se alcanzó una especie de pacto con los narcotraficantes para que la violencia no se extendiera a todo el país.

En opinión de Calderón, el origen de la violencia en México -donde desde su llegada al poder en diciembre de 2006 han muerto más de 23 mil personas- se debe en primer lugar al hecho de estar situado al lado de Estados Unidos, el país con mayor consumo mundial de drogas.

El tráfico de estupefacientes hacia EU fue -a su juicio- el inicio de la configuración de poderosas bandas del crimen organizado en México.

El presidente mexicano insistió en este documento en que "la guerra más mortífera" que existe hoy en día no es la del Gobierno contra el narcotráfico, sino "la que libran los criminales entre sí".

A esta lucha interna atribuye el 90% de las muertes violentas, así como el recrudecimiento de los métodos que incluyen habitualmente decapitaciones, torturas o ejecuciones colectivas.

Sobre aquellos que opinan que ha sido un error por parte de Calderón combatir la delincuencia, el mandatario aseveró que sin esa acción del Gobierno "los criminales se hubieran apoderado de una gran parte del país y habrían sometido a millones de familias mexicanas".

También se mostró convencido de que no se habría llegado al actual clima de violencia "si se hubiera actuado con la misma determinación y firmeza muchos años antes".

"Se perdió un tiempo muy valioso, que permitió la expansión y el fortalecimiento de los criminales", aseguró Calderón, quien instó a todas las autoridades del país a "combatir al enemigo común".