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Jueves 22 de septiembre de 2011

Autoengaño de Duarte en el combate a la delincuencia

Lo cierto es que lo dicho por Duarte se lee y se escucha muy bonito


Lo cierto es que lo dicho por Duarte se lee y se escucha muy bonito

Este miércoles, múltiples medios de comunicación locales replicaban en sus principales espacios la nota generada por el Ejecutivo Estatal que a la letra dice en sus principales postulados: “a 10 días de que el CXV Ejecutivo estatal chihuahuense César Duarte Jáquez rinda su primer informe de labores al frente de los destinos de más de 3.5 millones de gobernados distribuidos en 67 municipios, éste recordó en el marco de la Cumbre Binacional de Valores y Cultura de la Legalidad, que en abril de 2009, y luego de aceptar una invitación del ex presidente de Colombia Álvaro Uribe Vélez a esa nación, sí hay caminos para derrotar al crimen organizado.”

En la información que seguramente es fruto de las ideas del Gobernador Duarte, se asienta que la fórmula “no resulta tan compleja”, pues cuando hay coordinación no intromisión con los poderes Judicial y Legislativo, se puede avanzar en la aplicación de la ley para quienes quebrantan la armonía ciudadana.

Y es que según se cuenta, durante los 11 meses de la administración de Duarte Jáquez, han sido condenados a purgar 200 años de prisión 160 secuestradores, quienes —según el propio Gobernador Duarte—: "no encontrarán subterfugios en la ley para evitar un castigo ejemplar".

Lo cierto es que lo dicho por Duarte se lee y se escucha muy bonito; el problema es que analizando a detalle los hechos de este primer año, los esfuerzos del Ejecutivo, y por supuesto, del equipo que bajo su dirección se conduce, solo demuestran que la ocupación ha sido la de resaltar sus “logros”, dejando a un lado lo verdaderamente importante.

Es preocupación de muchos de los que nos hemos dado a la tarea de examinar con lupa el quehacer de nuestros representantes y el acontecer de nuestro Estado, que la óptica del Ejecutivo no acabe de centrar la mira en los problemas de fondo, que si bien es cierto no son privativos de Chihuahua, es también innegable que en esta zona fronteriza sentara los reales de la delincuencia organizada que ya se extiende a lo largo y ancho del territorio nacional.

Entonces, la pregunta obligada es: ¿por qué si estamos tomando como referente lo ocurrido en Colombia, la iniciativa del Ejecutivo que hoy se aplica a diestra y siniestra es la de llenar las cárceles de la entidad, en las que constantemente se generan las peores condiciones, alejadas diametralmente de la rehabilitación social de los internos, condenándolos además a sentencias de perpetuidad, con costo directo al bolsillo ciudadano?

Habría que recordarle al Gobernador Duarte Jáquez, que eran tantos los criminales colombianos, que el gobierno de aquel lugar emitió edictos de amnistía desde principios de los años ochentas; y que el propio Álvaro Uribe Vélez (2002-2006) emitió mediante el decreto 128 de 2003, el Reglamento a la Ley 418 de 1997, en lo concerniente a la posibilidad de otorgar los beneficios jurídicos a los grupos de autodefensa.

De acuerdo con la Ley de aquel país al que Duarte toma como ejemplo para actuar, los beneficios jurídicos podrían ser de indulto, suspensión condicional de la ejecución de la pena, cesación de procedimiento, preclusión de la instrucción o la resolución inhibitoria. Y no nos vayamos a equivocar en el juicio: los denominados “grupos de autodefensa” que gozaron del beneficio de la amnistía colombiana, subsistieron y se hicieron fuertes gracias al financiamiento recibido por el crimen organizado.

De modo que, seguir acrecentando el número de internos en los centros penitenciarios que más bien son escuelas del crimen, donde se fortalecen los grupos criminales, que gozan además de los beneficios de la corrupción, pues hasta sus bares particulares tienen dentro, poseen armamento y pueden escaparse con toda impunidad, es caer en el autoengaño.

Chihuahua necesita un combate frontal a la corrupción, porque es ahí donde se acrecienta el germen voraz de la delincuencia organizada; la estrategia de combate a la delincuencia organizada debe ser más de táctica y estrategia contra el crimen, y los delincuentes no deben ingresar a la cárcel a pasar sus vacaciones a la sombra, bajo el amparo de nuestros impuestos.

Con qué razón el crítico literario y escritor francés, Charles Augustin Sainte-Beuve, afirmó alguna vez que: “hay pocos animales más temibles que un hombre comunicativo que no tiene nada que comunicar”.

Aída María Holguín Baeza

Correo: laecita@gmail.com

Artículos anteriores: laecita.wordpress.com