Boruka Polaka

El ingenio de los mejicanos a quedado demostrado a lo largo de la historia, y sin ninguna duda, los dichos, los cuentos, charras y adivinanzas dan testimonio de ello.

Hay círculos viciosos en la función pública que nos traen a la memoria ese cuento de nunca acabar que decía: “Éste es un gato, con los pies de trapo y los ojos al revés, ¿quieres que te lo cuente otra vez?”, y si el interlocutor contestaba “SI”, le echaban la perorata de nuevo, “”SI” dijo el gato con los pi…, etc., y si el oyente decía “YA NO”, va de nuevo el royo, “YA NO” dijo el gato ….y así hasta la desesperación y el enojo de la gente.

Y uno de los “círculos viciosos” que desde a mediados de la década de los noventa se viene repitiendo en el Estado de Chihuahua es el tema de los autos chuecos o “chocolates”, en donde nos han dicho que si los regularizan se acaba el problema de la ilegalidad en que viven cientos de ciudadanos, pero que luego de una regularización de inmediato se vuelve a llenar de más y más automóviles, empeorando el problema de la ilegalidad y enriqueciendo a las organizaciones de izquierda y priistas dedicadas a vender engomados, con el gastado cuento de que es para identificar los mentados “chocolates”.

Negocio tan redituable para las organizaciones “Pafas”, que los gobiernos priistas le han entrado al censo de vehículos, también con el argumento que es para identificación y control de lo mismos, sin embargo dicho argumento se viene abajo cuando nos enteramos que dichos engomados tienen costo muy considerable, negocio al que por cierto le quiere entrar el actual gobernador Duarte.

Por eso decimos…”Éste es un gato con los pies de trapo…” ¿lo van a seguir contando?...

Bueno, pero el mundo sigue lleno de buenas intenciones, por ejemplo: el dirigente estatal del PRI Guillermo Márquez, le pide a los funcionarios emanados de su partido – incluyendo a Duarte, supongo – que cumplan con sus obligaciones y sus promesas de campaña.

Los dirigentes del PAN igualmente, se comprometen y convocan a sus militantes a volver al carril de respetar los principios doctrinarios y a trabajar por un Chihuahua ordenado y generoso y una vida mejor y más digna para todos..

“Yo voy en mi carro pafo / por calles y carreteras / atropello y no me rajo / cuando yo me identifico / me salgo por peteneras..”

En mi carro chocolate / de lujo, sin placas y sin tenencia / mi corazoncito late / sin ninguna interferencia..”

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