Calderón critica la “degradación de la política”

El Presidente advirtió que las ofensas empobrecen la vida pública y alejan a los ciudadanos, por lo que pidió a los partidos, los poderes y los gobiernos desahogar sus diferencias en un clima de respeto.

El presidente Felipe Calderón pidió a todos los partidos dignificar la política, porque la gente desconfía de los políticos y no merece que se denigre y empobrezca la vida pública.

“Todos perdemos con la degradación de la política, del debate y de la vida pública”, dijo el mandatario, por lo que solicitó: “siempre respetémonos”, porque ello significa respetar al pueblo que nos eligió.

Puntualizó que nadie gana con descalificaciones irracionales
y denostaciones que alejan, con toda razón, a los ciudadanos que hoy no se sienten verdaderamente representados.

“Nadie gana en la denigración de la política. Perdemos todos: todos los partidos, todos los gobiernos y, lo que es peor, pierden los ciudadanos, que merecen tener representantes que trabajen pensando en sus problemas, pensando cómo solucionar los problemas de los ciudadanos y no en sus propias preocupaciones o intereses, por muy legítimos que sean”, subrayó.

Calderón pidió dignificar la política y recuperar su esencia, fuera de reyertas. Dijo que en lo personal, como a muchos mexicanos, le preocupa “el nivel de recriminación, de descalificación, de ofensa incluso, adonde ha llegado el debate político en el país y en particular entre distintas fuerzas políticas en el Congreso de la Unión y en la arena pública”.

Señaló que en toda organización política, social o económica “hay aciertos y hay errores; hay virtudes y fortalezas y también debilidades”; los distintos puntos de opinión son respetables y valiosos de la democracia.

Es natural, afirmó, que haya diferencias y discrepancias, pero deben desahogarse en un clima de respeto, tolerancia y civilidad.

Luego del debate protagonizado por el PAN y el PRI en la Cámara de Diputados derivado del pacto antialianzas, el presidente Calderón pidió construir puentes, con pleno respeto a las válidas estrategias de cualquier partido político.

Dijo que “la descalificación irracional a nada conduce, la denostación, la ofensa, simple y sencillamente empobrece la vida pública de México y aleja, con toda razón, a los ciudadanos de la vida pública, porque va agrandando el descrédito de la política”.

Al supervisar la construcción del puente Baluarte, el más grande del continente, que costará 18 mil millones de pesos, el mandatario dijo que “la política es y debe ser servicio a los demás a través de los cargos públicos, y no reyerta ni confrontación permanente que denigra a quien la realiza y ofende a los ciudadanos a quienes se representa”.

“Podemos y debemos reivindicar la política, a eso invito respetuosamente a todos los partidos sin distingos, a los poderes públicos, a las entidades, a los municipios y a eso comprometo también al gobierno federal”, dijo.

“Hay que reconocer que los ciudadanos están insatisfechos con el comportamiento de nosotros los políticos, ésa es la verdad, y cada vez que se convierte el debate político en descalificación, en denigración, incluso en ofensas e insultos, tienen más razones poderosas para desconfiar y sentirse decepcionados de los políticos”, señaló.