Lunes 22 de septiembre de 2025
La repentina decisión del expresidente Donald Trump de imponer una tarifa de $100,000 dólares a nuevas visas H-1B ha provocado una ola de incertidumbre y alarma entre empresas tecnológicas, bancos de Wall Street y trabajadores extranjeros. La medida, firmada como proclamación presidencial el pasado viernes, ha dejado a decenas de miles de empleados y empleadores en estado de emergencia legal y operativo.
La tarifa aplica solo a nuevos solicitantes de visas H-1B, una categoría crucial que permite a trabajadores extranjeros altamente calificados —muchos de ellos ingenieros de software, científicos y especialistas en tecnología— laborar legalmente en Estados Unidos. La Casa Blanca aclaró el sábado por la tarde que los portadores actuales y renovaciones no serían afectados y que la tarifa solo aplica de forma prospectiva.
Sin embargo, la falta de claridad inicial desató el caos. Microsoft, Amazon, JPMorgan y otras grandes empresas emitieron alertas urgentes a sus empleados con visas activas para permanecer en EE.UU. o regresar antes del domingo a las 12:01 a.m., hora en que entraría en vigor la nueva política.
“Reconocemos que este es un tiempo incierto para nuestra gente con visas H-1B y sus familias”, expresó Jacqueline Arthur, jefa de gestión de capital humano en Goldman Sachs, en un memo interno.
Despachos legales y departamentos de recursos humanos han estado operando en modo de contingencia todo el fin de semana, buscando interpretar los alcances reales de la orden. Bernhard Mueller, codirector del área de inmigración en Ogletree Deakins, describió la situación como “volar en condiciones nebulosas”.
Los Servicios de Ciudadanía e Inmigración de EE.UU. (USCIS) emitieron un memorándum aclarando que la tarifa solo aplica a peticiones aún no presentadas, intentando calmar los ánimos de un entorno empresarial que ya se enfrenta a una economía incierta.
Mientras que la administración Trump defiende la medida como una forma de “poner a los trabajadores estadounidenses primero”, líderes empresariales y organizaciones comerciales expresaron profunda preocupación por el impacto que tendrá en la competitividad de Estados Unidos.
“Estamos preocupados sobre el impacto en empleados, sus familias y empleadores estadounidenses”, dijo Matt Letourneau, portavoz de la Cámara de Comercio de EE.UU.
Jeff Joseph, presidente de la Asociación Estadounidense de Abogados de Inmigración, confirmó que se están preparando acciones legales urgentes para frenar la proclamación, incluida una solicitud de orden de restricción temporal. “Solo estoy escuchando confusión y pánico”, dijo Benjamin Johnson, director ejecutivo del mismo grupo.
Gigantes como Apple, Meta, Nvidia y Google podrían absorber el golpe, o buscar exenciones especiales, como ya lo han hecho en otros casos. Pero para startups tecnológicas y empresas emergentes, la nueva tarifa representa un obstáculo posiblemente insuperable.
“No hay una sola empresa en la que he invertido en los últimos 10 años que pueda permitirse pagar esto”, lamentó el inversionista Alan Patricof.
El gobierno limita las visas H-1B a 85,000 por año, y en su mayoría son otorgadas a ciudadanos indios. El gobierno de la India expresó su preocupación por el impacto humanitario y familiar de la medida, señalando que aún están evaluando sus consecuencias.
Aunque la proclamación ha generado caos, la situación sigue en desarrollo. La Casa Blanca continúa publicando aclaraciones, y el entorno legal se prepara para impugnar la medida en tribunales federales. Para miles de trabajadores y empresas, sin embargo, la incertidumbre continúa.

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