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Nubes Dispersas

Chihuahua, Chihuahua



Martes 4 de diciembre de 2007

Cruel Coktail

Los Celos, Muy Sui-Sida, Arde Troya, La Caída y Remiendo Divino, parte de la colección de Cruelicuentos


Celos

En el siguiente instante en que el enamorado le confesó a su amada: “Te quiero mucho más que a las niñas de mis ojos”, éstas, invadidas por los celos, huyeron de la órbita ocular dejando ciego al pobre galán. (39)

Muy Sui-sida

De nada valieron las mordidas, Los pellizcos, las patadas y los escupitajos para detener al hombre que la ultrajaba. Como último recurso para frenar al lujurioso, la mujer le musitó al oído: “¡Tengo SIDA!”, y el violador le contestó: “¡Yo también!”. (41)

¡Arde, Troya, Arde!

El rey Príamo se resistía a perder la guerra, y mientras pensaba en un contraataque vio hacia el firmamento y la luz del mediodía le lastimaba Los ojos y quiso tapar el sol con un dedo y ahí fue donde ardió Troya. (42)

La caída

La silla no se esperaba que aquella inmensa y floreada masa bifurcada en el centro le cayera encima y sin recuperase de la desagradable sorpresa no pudo tensar las moléculas de sus extremidades de madera, las cuales se abrieron cada una en dirección opuesta provocando la ignominiosa caída de la señora gorda. (52)

Remiendo divino

El astronauta vio con espanto que su nave era atraída, inevitablemente, hacia el espantoso agujero negro.

Musitó una plegaria y de pronto aparecieron unas manos blancas y descomunales que con hilo y aguja zurcieron la negra oquedad. (37)