Miércoles 23 de abril de 2025
En el firmamento del béisbol chihuahuense, brilla con luz propia un nombre que ha dejado huella imborrable: Juan Palafox Márquez. Conocido como “El Pequeño Gigante”, este ícono del diamante no solo conquistó campeonatos y corazones, también escribió páginas gloriosas en la historia del deporte nacional con su entrega, humildad y talento descomunal.
Palafox es sinónimo de Algodoneros de Delicias, equipo con el que se coronó campeón en nueve ocasiones en el Campeonato Estatal de Primera Fuerza, ya sea como jugador, coach o manejador. Pero su legado va más allá de los títulos: en 1966, como parte de los Dorados de Chihuahua, integró el legendario cuerpo de lanzadores que logró la histórica hazaña de los 72 ceros, consiguiendo él mismo dos blanqueadas.
Uno de sus momentos más memorables ocurrió en 1968, cuando en un partido internacional previo a los Juegos Olímpicos de México, se enfrentó a la selección de Estados Unidos. En un épico duelo en el Parque del Seguro Social, Juan Palafox venció 1-0 en 10 entradas, lanzando fuego, ponchando a 11 y permitiendo solo tres hits. Aquel día, un mexicano blanqueó a la potencia mundial en su deporte, algo que hasta la fecha nadie ha vuelto a repetir.
“Fue el mejor partido que lancé en mi vida”, confiesa Palafox, quien enfrentó al futuro ligamayorista Larry Gura y lo superó con clase.
Nacido en Santa Cruz, Durango, y formado en el béisbol de las ligas obreras, su historia comenzó de forma inesperada. Jugando como shortstop para Peñoles de la Sección 74, un día le pidieron lanzar por falta de pitchers. Ese día ponchó a 18 rivales y permitió un solo hit. El resto, como se dice, es historia.
Desde su llegada a Ciudad Delicias en 1963, su carrera despegó. Ganó títulos estatales en los años 60, brilló en la poderosa Liga Metropolitana con Rayovac (MVP con récord de 10-0), y aunque tuvo la oportunidad de jugar profesionalmente, decidió quedarse en Chihuahua, donde echó raíces y formó una familia.
Como manejador, su consagración llegó en 2003, cuando los Algodoneros se coronaron campeones y la liga llevó su nombre en honor a su trayectoria. También fue formador de jóvenes en el Tecnológico de Delicias, donde llevó a los Halcones a campeonatos nacionales de Tecnológicos.
En selección nacional, defendió la franela tricolor en Mundiales, Panamericanos y Centroamericanos, dejando siempre el alma en cada pitcheo. Su récord es tan amplio como impresionante: títulos estatales como jugador (1963, 65, 66, 67, 68, 70), como coach (1985, 86), y como manejador (2003), además de cuatro títulos nacionales y participaciones internacionales.
A punto de cumplir 75 años este 2 de octubre, Juan Palafox disfruta de su pensión y de los frutos de una carrera ejemplar. Sin estudios universitarios, pero con un doctorado en pasión por el béisbol, afirma:
“El béisbol me dio todo: trabajo, familia y amigos. Siempre lo respeté y en cada juego di lo mejor de mí”.
Gigante dentro y fuera del campo, Juan Palafox Márquez no solo lanzó ceros al rival, también dejó huellas imborrables en los corazones de quienes lo vieron jugar. Hoy, más que nunca, su historia merece ser contada, celebrada y recordada.
Gracias, Pequeño Gigante.
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