Lunes 2 de septiembre de 2024
En un emotivo y extenso discurso pronunciado en la Plaza de la Constitución, el presidente Andrés Manuel López Obrador ofreció un balance de su gestión tras casi seis años al frente del Gobierno de México. Ante una multitud de seguidores, el mandatario expresó que concluye su mandato con la "conciencia tranquila y muy contento", reflejando tanto el orgullo de sus logros como el reconocimiento de los desafíos aún presentes.
López Obrador, visiblemente emocionado, destacó la reducción de la pobreza y la desigualdad como los principales éxitos de su administración. "Nada me hace más feliz que haber contado con el apoyo de muchos de ustedes, de millones de mexicanos", declaró, mientras los asistentes en el Zócalo respondían con vítores y aplausos.
En un gesto de respeto y apoyo hacia su sucesora, Claudia Sheinbaum, quien se encontraba en primera fila, López Obrador no escatimó elogios. Describió a Sheinbaum como una "mujer excepcional, experimentada, honesta y de buenos sentimientos", alineada con los principios fundamentales de su movimiento. La futura presidenta, visiblemente conmovida, saludó a los asistentes y recibió el reconocimiento del mandatario, quien la animó con vítores de "¡presidenta! ¡Presidenta!".
El presidente saliente también subrayó el orgullo de haber servido a un pueblo "bueno, trabajador e inteligente", y destacó que su administración sentó las bases para el "humanismo mexicano" como nueva política. Sin embargo, no dejó de señalar que el país sigue enfrentando desafíos significativos. Criticó el periodo de gobiernos anteriores por su falta de preocupación por el bienestar del pueblo, describiéndolos como "oligarcas insensibles" que obstaculizaron el progreso.
López Obrador llamó a seguir luchando por fortalecer los logros alcanzados y a continuar construyendo un México "generoso y eterno". Con un mensaje final cargado de sus frases características, enfatizó que "la felicidad no reside en el dinero", y agradeció profundamente a la ciudadanía. El evento culminó con la multitud entonando cánticos de "¡México!" y el mandatario exclamando: "¡Que viva el pueblo de México! ¡Viva México! ¡Viva México! ¡Viva México!"
Este discurso marca el cierre de un capítulo significativo en la historia reciente de México, mientras el país se prepara para una nueva etapa bajo el liderazgo de Claudia Sheinbaum.
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