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Martes 22 de abril de 2025

Patricio Martínez defiende el Tratado de 1944 en debate por aguas fronterizas


En una carta dirigida al secretario General de Gobierno de Nuevo León, Javier Navarro Velasco, el exgobernador de Chihuahua, Patricio Martínez García, se pronunció sobre la creciente polémica en torno al reparto de aguas fronterizas entre México y Estados Unidos, defendiendo el marco legal establecido por el Tratado de Aguas de 1944 y desmintiendo interpretaciones que, asegura, distorsionan las responsabilidades de los estados mexicanos.

Con una trayectoria marcada por la gestión de crisis hídricas en el norte del país, Martínez García puntualizó que el tratado regula exclusivamente el reparto del agua del río Bravo, sin incluir de forma directa a sus afluentes. “El Tratado no obliga a México a fabricar agua ni a entregar caudales que no estén en el lecho del Bravo”, enfatizó, subrayando que si el río no lleva agua debido a la sequía, simplemente no hay volumen que entregar.

El exmandatario rechazó firmemente la idea de que las entidades federativas estén obligadas por el tratado, argumentando que ningún estado forma parte directa del acuerdo internacional, que fue suscrito por los gobiernos federales de México y Estados Unidos.

Martínez también aclaró que presas como La Boquilla (en Chihuahua) o El Cuchillo (en Nuevo León), al estar en afluentes y no en el cauce principal del Bravo, no están sujetas a la disposición binacional, por lo que no deben considerarse como fuentes obligadas de entrega de agua.

Calificó como “absurdo” el argumento de que el Tratado de 1944 favorece a México porque supuestamente recibe más agua de la que entrega, y recordó que el acuerdo es fruto de “hechos consumados de nuestra historia”, no de un acto de generosidad ni de subordinación.

Además, subrayó que la Comisión Internacional de Límites y Aguas (CILA) solo tiene competencia sobre el cauce principal del río Bravo y no posee facultades para intervenir en cuencas internas, como el río Conchos en Chihuahua o en otros afluentes de Coahuila.

Martínez advirtió que la actual crisis hídrica podría agravarse en el futuro debido al cambio climático y al crecimiento poblacional en la región fronteriza, por lo que instó a las autoridades a buscar soluciones que se ajusten al marco legal vigente, sin forzar interpretaciones políticas.

Finalmente, ofreció un saludo cordial al gobierno de Nuevo León —al que llamó su “querido terruño adoptivo”— y puso a disposición de las autoridades los datos y conocimientos que ha acumulado a lo largo de su carrera para fortalecer el debate y encontrar soluciones duraderas.