Plantea PRI eliminar figura del Arraigo

Con el fin de salvaguardar el principio de inocencia y de defensa de toda persona, el diputado Rubén Moreira Valdés, propuso eliminar el arraigo, los testigos protegidos y la reserva de las actuaciones en la investigación de los procesos penales, garantizando así que nadie pueda ser privado de su libertad sin que medie resolución judicial que ordene su aprehensión.

Ante el Pleno de la Comisión Permanente, argumentó que con la aprobación de esta iniciativa de reformas a la Constitución, no sólo se reafirma nuestro sistema de protección a los derechos fundamentales, sino que también se da respuesta a un reclamo de la comunidad internacional hacia nuestra nación.

Moreira Valdés mencionó que el Comité de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas, en las recomendaciones en torno al V Informe presentado por México, sobre el grado de cumplimiento del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, solicitó a nuestro país eliminar la figura del arraigo de su marco legal, por ser lesivo a la libertad de la persona y poner en peligro la integridad de las personas detenidas.

Moreira Valdés, quien es presidente de la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara baja, advirtió que las autoridades tienen una doble responsabilidad: reducir y abatir los índices de criminalidad, al tiempo de respetar y resguardar el pleno goce y ejercicio de los derechos fundamentales de todos los ciudadanos.

En este sentido, subrayó que "con el afán de generar una cultura de denuncia entre la sociedad mexicana, nuestro sistema penal acusatorio emplea instrumentos y medidas que propician un embate de violaciones y atropellos a las garantías individuales en manos de las propias autoridades".

En los últimos años -recordó- bajo la misión de frenar y combatir la delincuencia, las autoridades encargadas de la investigación y persecución de los delitos, así como las responsables de la administración de justicia han recurrido a instrumentos y medidas que restringen y vulneran los derechos fundamentales de las personas; un claro ejemplo de ello, son las figuras jurídicas del arraigo y de los testigos protegidos.