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Miércoles 28 de septiembre de 2011

Policía de Juárez es una amenaza para la sociedad: estudio

La investigación fue realizada por el Colegio de Chihuahua, el Colegio de la Frontera Norte y el Instituto Transfronterizo de la Universidad de San Diego


La investigación fue realizada por el Colegio de Chihuahua, el Colegio de la Frontera Norte y el Instituto Transfronterizo de la Universidad de San Diego

La Policía Municipal de Juárez está mal pagada, mal equipada, poco capacitada, sin certidumbre profesional y sin mecanismos para controlar una corrupción que se practica, sobre todo, en los mandos oficiales "de más alto nivel".

La “clara conciencia” que tienen los funcionarios de que la policía está involucrada en delitos, además, evidencia una débil “integridad institucional” que, a su vez, impide que los agentes cumplan su función de seguridad pública y, por el contrario, los convierte en “una amenaza para la sociedad”.

Tales son algunas de las conclusiones de la investigación titulada “Diagnóstico Integral de la Policía Municipal de Ciudad Juárez”, realizada por el Instituto Transfronterizo de la Universidad de San Diego en colaboración con diversas instituciones académicas mexicanas.

Basada en entrevistas, observación de campo, grupos focales y una encuesta entre más de dos mil elementos de la corporación, la investigación detectó también un perfil general de la corporación en el que la edad promedio es de 33 años, el grado académico predominante es la secundaria (un 47 por ciento de los agentes) y la mayoría, un 76 por ciento de ellos, están contratados sólo temporalmente.

Otros hallazgos que destacan en la investigación es que la mayoría, un 41 por ciento, consideró que el proceso de depuración realizado entre 2008 y 2009 fue “negativo” debido a que “no fue riguroso ni equitativo, sólo reclutaron por reclutar” y porque “no es confiable”.

"La purga de la institución policial trajo consecuencias en varios aspectos, como lo fue la pérdida significativa de memoria institucional y experiencia operativa, así como la creación de nuevas divisiones internas y desconfianza al interior del cuerpo entre policías veteranos y los de recién ingreso", dice el texto.

El documento explica también que la investigación es similar a una realizada en Guadalajara y que, ambas, forman parte del proyecto "Justicia en México", con el cual la Universidad de San Diego busca promover el diálogo y las soluciones para enfrentar los problemas de aplicación de justicia y el Estado de Derecho en México.

El diagnóstico sobre la situación de la Policía Municipal de Juárez inició el verano de 2010, a un año de la depuración iniciada durante la administración del ex alcalde José Reyes Ferriz, a dos del inicio del nuevo sistema de justicia penal y en plena ola de homicidios atribuidos a la disputa de dos grupos delictivos por el control del narcotráfico.

“Al estar mal pagada, mal equipada, sin preparación, sin un servicio civil de carrera, la policía no puede estar a la altura de las exigencias que la sociedad le demanda. En ese sentido, incluso resulta complejo que la policía municipal logre cumplir con las nuevas atribuciones derivadas de las reformas del 2008, dado el tamaño de los retos a los que se enfrenta y raquitismo institucional”, dice el documento en sus conclusiones.

“Aunado a ello, la institución policial carece de eficientes mecanismos internos y externos de control y evaluación que permiten contener la corrupción y los abusos, en particular los practicados por oficiales de alto nivel y supervisores. Más aún, hay una clara conciencia entre los funcionarios de que la policía sí está involucrada en delitos, lo que habla de una integridad institucional débil, particularmente en los altos grados de mando. Eso hace que los funcionarios electos y la comunidad carezcan de una relación efectiva de trabajo y supervisión de la policía, creando un vacío de confianza mutua que socava gravemente la seguridad pública en Ciudad Juárez”, agrega.

Otros hallazgos que destacan en el estudio y que fueron arrojados por la encuesta son el hecho de que la mayoría (un 73 por ciento) de los agentes considera que la corrupción se encuentra en los “más altos niveles”, o que un 80 por ciento “nunca ha tenido que disparar su arma para defenderse en el ejercicio de sus funciones”.

También, que la mayor carencia identificada por los propios elementos es en cuanto a su capacitación en “armamento y tiro”, así como en “leyes y reglamentos”.

“Algunas de las recomendaciones clave que se derivan de este análisis son sugerir a las autoridades locales la importancia de revertir, de manera decidida, las condiciones imperantes en el trabajo de los policías, en particular los problemas de incertidumbre e inseguridad en el empleo y la falta de profesionalismo”, dice el estudio en sus conclusiones.

“Ello está íntimamente ligado con los procedimientos policiales que al día de hoy siguen siendo opacos, poco transparentes y justos en los procesos y mecanismos que pudiesen permitir un desarrollo policial no sólo para recompensar el buen trabajo policial, sino justamente para hacer carrera y trayectoria policial de largo aliento”, agrega.

El documento fue presentado el pasado lunes en el Colegio de Chihuahua, institución mexicana que, junto con el Colegio de la Frontera Norte y la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia Contra Las Mujeres (CONAVIM), también participó en la coordinación de la investigación.