Lunes 22 de septiembre de 2025
Una fractura interna sacude al grupo parlamentario de Morena en el Senado, luego de que al menos 13 senadores exigieran cuentas claras al coordinador de la bancada, Adán Augusto López Hernández, por presunta opacidad en el manejo del presupuesto y por intentar imponer decisiones sin consulta.
Durante una reunión a puerta cerrada, los legisladores morenistas manifestaron su inconformidad con el liderazgo de López Hernández, a quien reprocharon la falta de transparencia en el uso de 338 millones 297 mil pesos asignados en subvenciones al grupo parlamentario. Según el diario Excélsior, la tensión fue tal que se habló abiertamente de una "rebelión" al interior del bloque oficialista.
Una de las voces más críticas fue la senadora Guadalupe Chavira, quien reveló que el grupo de Morena ha implementado un nuevo mecanismo de toma de decisiones que limita la capacidad del coordinador para actuar de manera unilateral. A partir de ahora, explicó, todas las decisiones deberán ser consultadas e informadas previamente a la bancada.
“Tiene que, de hoy en adelante, consultar todo, informar también. Hemos pedido que se nos informe sobre el presupuesto que se va a ejercer en el grupo parlamentario”, declaró Chavira.
La legisladora también denunció que Adán Augusto pretendió negociar cargos a cambio de apoyos políticos, específicamente en el caso de la Comisión de Energía. De acuerdo con Chavira, López Hernández ofreció dicha presidencia a cambio de respaldo para la candidatura de Laura Itzel Castillo a la Mesa Directiva, pero terminó intentando imponer a Cuauhtémoc Ochoa, lo que finalmente fue bloqueado. En su lugar, la senadora Beatriz Robles fue designada presidenta de la comisión.
El conflicto también reveló tensiones por el manejo desigual de recursos. Algunas senadoras señalaron que el gasto del informe anual de Andrea Chávez superó ampliamente los 200 mil pesos asignados al resto de los legisladores, lo que fue visto como un trato preferencial y desató aún más molestia entre los inconformes.
Por su parte, Adán Augusto López negó que exista una ruptura interna o rebelión, y minimizó el conflicto asegurando que el nuevo método de toma de decisiones es una señal de madurez política.
No obstante, este episodio representa uno de los mayores retos a su liderazgo desde que asumió el cargo, y podría marcar un cambio en la correlación de fuerzas dentro del grupo parlamentario de Morena en el Senado.