Miércoles 8 de octubre de 2025
California, EE.UU.— Tesla presentó este martes nuevas versiones más económicas de sus vehículos más populares, el Model 3 y el Model Y, con precios iniciales de $37,000 y $40,000 dólares, respectivamente. Estos modelos llegan al mercado con una reducción de alrededor de $5,000 dólares respecto a versiones anteriores, en un contexto marcado por la expiración del crédito fiscal federal de $7,500 para compradores de vehículos eléctricos.
Las nuevas versiones están diseñadas para atraer a más consumidores, tras un periodo de altas ventas atribuido a compras aceleradas antes del fin del incentivo fiscal. Tesla, líder en ventas de vehículos eléctricos en Estados Unidos, ha visto caer su cuota de mercado por debajo del 50%, en medio de una competencia creciente por parte de fabricantes tradicionales y emergentes.
El lanzamiento se produce en medio de un aumento en la oferta de vehículos eléctricos por debajo de los $40,000 dólares, como el Ioniq 5 de Hyundai, que recientemente redujo su precio base a $35,000 dólares, o el Chevrolet Equinox EV y el Nissan Leaf, también con precios iniciales competitivos.
Incluso General Motors planea relanzar el Chevy Bolt en 2026 con un precio de $30,000 dólares o menos, mientras que BYD —fabricante chino que recientemente superó a Tesla en producción global de vehículos eléctricos— continúa expandiendo su portafolio.
Los nuevos Model 3 y Model Y mantienen el mismo diseño exterior, pero incluyen menos características que las versiones premium: interiores de tela, menos altavoces, menor insonorización y autonomía ligeramente reducida (320 millas por carga frente a más de 350 en versiones más costosas). El techo de cristal del Model Y también está cubierto con tela, y los faros delanteros son más simples.
Estas versiones podrían canibalizar las ventas de los modelos más caros, advirtieron analistas como Gary Black, socio de Future Fund, quien señaló que el nuevo volumen de ventas provendría principalmente de consumidores que antes habrían elegido versiones superiores.
Pese a la expectativa generada por anuncios en redes sociales de un "nuevo producto", Tesla no presentó ningún modelo completamente nuevo, como el esperado Roadster deportivo o un modelo económico fabricado en México, cuyo desarrollo fue cancelado por el propio Elon Musk para centrar los esfuerzos de la compañía en taxis autónomos y robots humanoides.
La falta de innovación en nuevos productos decepcionó a inversionistas, y las acciones de Tesla cerraron con una caída de más del 4% tras el anuncio.

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