A diez años de la alternancia

Hace 10 años que fue retirada por el voto del pueblo de México, la hegemonía autoritaria del PRI, que gobernó a nuestro país con antidemocracia, con avances en la construcción de instituciones y en obra pública, con fracasos constantes en materia económica, con finanzas públicas quebradas cada fin de sexenio presidencial, con falsificación en la vida constitucional, con la imposición por dedazo de gobernantes desde presidente de la República hasta presidente municipal de Batopilas, desde Senadores hasta regidores en los municipios, desde magistrados hasta jueces federales y locales.

Hace 10 años que México vive con el PAN la democracia en la que los gobernantes son elegidos por el voto que es promovido y contado por organismos electorales ciudadanizados, hace 10 años que se vive la división de poderes a nivel federal de acuerdo con lo establecido por las constituciones de 1824, 1857 y 1917, durante estos 10 años se ha continuado con la creación y fortalecimiento de instituciones como el programa Oportunidades, el Seguro Popular, con una política de finanzas publicas sanas y en equilibrio, con montos de la deuda pública a la baja para fortalecer la economía nacional en el futuro cercano.

Hoy no ha sido posible contar con las reformas estructurales necesarias para que México avance en materia de productividad, producción y empleo porque el PRI que tiene el control de la mitad del gobierno federal vía su mayoría de la Cámara Diputados, no ha querido. El PRI le tiene miedo a los votos, a las urnas. Hoy el PRI cuida sus intereses electorales y no trabaja por las reformas fiscal, laboral y educativa.

Hoy los principales componentes del gasto público federal están dentro de los lineamientos normales de una economía sana. Gasto corriente del 76 por ciento con 24 por ciento de gasto de capital. Gasto para el gobierno federal de 70 por ciento contra gasto para los gobiernos de los estados y municipios del 30 por ciento. Gasto para servicios personales (nómina) equivalente al 33 por ciento del gasto programable (del 70 por ciento arriba señalado).

Hoy, hay problemas graves con la inseguridad pública, desempleo, pobreza extrema y salud que se combaten con más eficacia desde un gobierno democrático, de finanzas publicas sanas y de transparencia total en sus funciones.

En 2012 los ciudadanos mexicanos tenemos dos opciones, continuar con un gobierno democrático y transparente o devolver el poder presidencial al PRI que hoy es igual de antidemocrático y autoritario como lo fue durante los 71 años del siglo pasado que detento el gobierno. Hoy las elecciones internas en el PRI siguen siendo con candidatos de unidad forzosa, por dedazo. Los estados gobernados por el PRI no rinden cuentas a nadie. Hoy los gobernadores del PRI siguen controlando los diputados de los Congresos Locales y a los miembros de los poderes judiciales de los Estados. Hoy el PRI compra votos y periodistas como una forma de ganar elecciones. Hoy los gobernadores del PRI siguen controlando las universidades públicas del país. En resumen, la publicitada Reconstrucción del PRI Siglo 21 no existe y mucho menos la supuesta nueva actitud de dirigentes y gobernantes de ese instituto político.