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Martes 2 de enero de 2024

Apuestan por las biomatemáticas


Ciudad de México.- Las matemáticas, si bien pueden no ser la primera opción que venga a la mente, figuraron entre las disciplinas científicas con las que se encaró la pandemia de Covid-19.

Esto, por ejemplo, mediante la estadística necesaria para calcular el potencial beneficio de nuevos fármacos desarrollados o el de las vacunas contra el SARS-CoV-2 creadas en un tiempo récord.

“Con todas las pruebas clínicas se hicieron muestras realmente muy pequeñas, y con esas muestras estadísticamente teníamos que decir si iban a ser beneficiosas para toda la sociedad”, ilustra en entrevista telefónica la física y doctora en biología y bioquímica Ayari Fuentes.

Otro caso quizás menos venturoso fue el de aquellos modelos matemáticos elaborados en los primeros meses de la contingencia sanitaria para estimar, a través del cálculo de diferentes variables, no sólo en qué momento se alcanzaría el punto máximo de personas infectadas sino hasta cuándo se prolongaría la pandemia misma (Reforma, 01/06/2020).

“Las personas que hacemos modelos matemáticos, pues tenemos que estar precisamente más cerca de lo que pasa; o sea, si incluimos todo este conocimiento que la gente tiene ya de biología, pues esos modelos tendrían que ser mejor”, apunta Fuentes (Ciudad de México, 1980), investigadora del Centro de Ciencias Genómicas (CCG) de la UNAM.

“Todas éstas fueron nada más coyunturas que hicieron que precisamente las matemáticas y la biología tuvieran que estar juntas”.

Fusión entre dos mundos

De ahí, más muchos otros escenarios y campos de oportunidad, la importancia de contar en el país con una instancia que conjugue a expertos de ambas disciplinas, como ahora con la recién creada Red Mexicana de Biología y Matemáticas, cuyo evento inaugural se celebró el pasado mes de noviembre de manera conjunta entre el CCG y la Unidad Cuernavaca del Instituto de Matemáticas (IM) de la UNAM.

Se trató de un encuentro interdisciplinario con cerca de un centenar de estudiantes y académicos -de entre 170 registros- participando en charlas sobre temas como la regulación de circuitos genéticos, el análisis de genomas y metagenomas, modelos ecológicos de cambio climático, surgimiento de la resistencia a antibióticos, y análisis de sistemas agroecológicos, entre otros.

“Un poco el chiste es juntar estos dos mundos; hay muchas herramientas o muchas partes de las matemáticas que podrían ser usadas en la biología. O sea, hay una necesidad de hacer una biología cuantitativa”, remarca Fuentes, parte del Comité Organizador y coordinadora de la nueva Red.

“Por otro lado también, pues los problemas biológicos son problemas muy bonitos, son problemas muy complejos. Y, entonces, precisamente toda esta gente que hace matemáticas inspiradas en la biología (o biomatemáticas), pues es importante que siga escuchando cuáles son ahora los nuevos retos de la biología para poder seguir diseñando nuevas estrategias”, agrega la investigadora.

Un músculo extra

De haber contado con esta Red Mexicana de Biología y Matemáticas durante la pandemia en México, ¿habría constituido un músculo extra?, se le preguntó.

Pues ojalá. A mí me gustaría pensar que un poco podría servir para eso, o al menos ponernos en contacto. O sea, muchas veces los investigadores y las investigadoras vivimos mucho en nuestros nichos y sólo vamos a los congresos de nuestras áreas.

Sacarnos de ahí y ponernos a escuchar cosas que normalmente no escuchamos, pero que pueden ser útiles, creo que es bien importante y puede ayudar, precisamente, para estas coyunturas que de repente tendríamos que haber hecho cosas más rápidamente.

Otra forma de concebir este esfuerzo es la “responsabilidad de encontrar información biológicamente relevante a partir de grandes cantidades de datos”, en palabras de la matemática Nelly Sélem, del Centro de Ciencias Matemáticas, quien puso como ejemplo las millones de secuencias de ADN depositadas en bases de datos públicas, de las que aún se desconocen muchas funciones e historias evolutivas.

Así, la vocación de la nueva Red, que en este momento funge como una rama de la Sociedad Matemática Mexicana (SMM) mientras se instituye con una figura jurídica propia, será la de un espacio de intercambio de ideas, experiencias y conocimiento, con un gran evento bianual y algunos otros de menor escala periódicamente.

Por ahora se ha definido ya el destino de la siguiente cita, para 2025, en Querétaro, tal cual adelanta Fuentes, recalcando que las puertas de la Red Mexicana de Biología y Matemáticas están abiertas para cualquier interesado en dichas áreas, y haciendo una invitación a sumarse.