Aseguran tratamiento exitoso contra cáncer en adolescencia

Los tratamientos contra el cáncer en la infancia y adolescencia tienden a ser exitosos, principalmente si se tiene un diagnóstico y tratamiento oportunos, informó la oncóloga pediatra adscrita al Hospital General Regional No. 01, Morelos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Chihuahua, Claudia Selene Portillo Zavala.

Es por ello, la importancia que tiene que los padres de familia conozcan y sepan identificar los síntomas más comunes de este padecimiento en los menores de edad para que reciban una atención oportuna.

Señaló que, entre ellos, destaca la fiebre, que dura varios días o semanas y la no respuesta a tratamientos comunes; sudoración nocturna y/o excesiva, palidez progresiva, fatiga, cansancio o apatía, sin causa aparente.

Además de pérdida de peso y apetito, sangrados frecuentes de nariz o de encías; puntos rojos o morados en la piel, aparición de moretones sin causa aparente; crecimiento de bolitas (ganglios) progresivo en cuello, axilas e inglés con ausencia de dolor y sin datos de infección que no disminuyen con medicamentos (desinflamatorios).

Indicó que otro síntoma de alerta es el crecimiento irregular y progresivo en abdomen o en cualquier parte del cuerpo; el reflejo blanco en ojo (pupila); la desviación de uno o ambos ojos, con o sin crecimiento; dolor de cabeza que desaparece durante el día, empeora por la noche y no cede con medicamentos; cambios de la conducta o alteraciones neurológicas (mareos, movimiento involuntarios, convulsiones, hormigueo, pérdida del equilibrio, alteraciones al caminar y/o pérdida de sensibilidad); dificultad para respirar sin causa aparente; dolor de huesos y articulaciones; anomalía al caminar y aumento del tamaño de la pierna con molestias.

Destacó que diagnosticado el caso, se debe estar bajo vigilancia para monitorear su evolución y respuesta al tratamiento.

Asimismo, señaló que el cáncer en la edad pediátrica no es una enfermedad prevenible, ya que solo el 5% de los casos está asociado a alguna alteración genética o síndrome predisponente, por lo cual, recalcó que se debe trabajar en el diagnóstico temprano de la enfermedad e informar a la sociedad de signos y síntomas frecuentes de alarma para recibir atención médica inmediata en su Unidad de Medicina Familiar de adscripción y ser valorado oportunamente.