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Miércoles 17 de septiembre de 2008

Aspiraciones fiscales 2009

La desproporción de este presupuesto está en manos de nuestros legisladores


En esta semana se presentó la propuesta del Ejecutivo para el manejo de las finanzas del Estado en el ejercicio fiscal del año entrante, ésta deberá transitar por el recorrido que prevé nuestro sistema democrático, esto es, su análisis y aprobación por ambas cámaras del Congreso de la Unión; sin embargo, la negociación que se establece entre ambos poderes parte de la base de esta propuesta y el camino de las modificaciones a veces se torna sumamente complejo, de ahí la importancia del análisis de esta propuesta, no sólo por preveer su permanencia, sino por lo que dice del direccionamiento del Ejecutivo.

En este sentido, para analizar las implicaciones de esta propuesta de ejercicio fiscal, debemos partir de lo que es en sí lo que está presentando el Poder Ejecutivo al Congreso. Se trata de tres documentos, el primero, llamado Criterios de Política Económica, en donde se presenta un análisis del entorno económico interno y global, por medio del cual se perfila el comportamiento de las grandes variables y los mercados, y se dan los lineamientos de la participación del Estado a partir de ello. Luego, el siguiente documento es la Ley de Ingresos de la Federación en la que se proyectan los ingresos que tendrá el Estado en el periodo fiscal, cuál será su origen y sus posibles modificaciones respecto de ejercicios anteriores, aquí la principal variable a manejar es el precio del petróleo.

Por último, se presenta la Ley de Egresos de la Federación, en la que se consigna cuál será el gasto y la inversión del Estado, cómo se repartirán los recursos que se tienen y las posibilidades de cada uno de los rubros de responsabilidad económica que debe cubrir el gobierno. En este punto es fundamental señalar que gran parte de los egresos están restringidos a constantes de ejecución de recursos como son los gastos salariales de los trabajadores a cargo del Estado –burócratas, médicos del sistema de salud público, maestros del sector público, trabajadores de las empresas del estado y paraestatales, etc-., el presupuesto proyectado de programas sociales –como Oportunidades-, en fin, una lista que se extiende dejando un margen de maniobra bastante bajo que, según especialistas, queda en alrededor de una sexta parte del presupuesto con lo que el Ejecutivo puede "jugar" en su propuesta fiscal.

En todo esto, como ya lo dijimos, el papel de la variable del precio del barril de petróleo es fundamental, pues en el caso de nuestro país, el mayor ingreso del Estado proviene en las ganancias que reporta PEMEX vía el pago de impuestos. Entonces a mayor precio del petróleo, más recursos para el Estado, financieramente el punto está en lograr un equilibrio entre la proyección y el ejercicio, pues si se eleva demasiado la suposición del precio, se puede caer en una crisis de falta de recursos si no se logra el esperado, lo que impactaría en el ejercicio proyectado; mientras que si, por otro lado, se cotiza demasiado bajo el precio, se corre el riesgo de un subejercicio de recursos, lo que llevaría a un inadecuado aprovechamiento de las ganancias. La clave es el equilibrio, ante nuestra dependencia de los recursos petroleros.

Pero una vez logrado este equilibrio en la proyección, el asunto es qué se hace con ese margen de maniobra de los recursos, cómo dispone el Gobierno Federal lo que se tiene, cuáles son sus prioridades y cuáles sus grandes olvidos. Para este año, la gran noticia es que el Ejecutivo ha solicitado un aumento de alrededor de 40% en el presupuesto destinado al rubro de seguridad pública, la gran pregunta es cómo puede logar esta proyección sólo moviéndose en una sexta parte de los ingresos proyectados. Y la respuesta es fácil, la ha dado el propio Presidente: hay que hacer grandes sacrificios.

Sin duda la seguridad es uno de los temas nodales en la vida pública nacional, y hay sobrados argumentos para justificar el interés del Ejecutivo, pero no podemos dejar de ver dos grades aristas: los análisis acerca de la crisis de seguridad en el país no presentan el tema presupuestal como uno de los principales factores, me atrevo a decir que con los mismos recursos materiales se podrían tener resultados mucho mejores si se cambiaran las "reglas del juego", tan es así, que los aumentos muy significativos en los últimos años no han tenido resultados tangibles. Por otro lado, por mayor que sea la urgencia, no podemos dejar de ver dónde quedan los sacrificios.

Será en educación donde ya tenemos el penúltimo lugar en inversión por estudiante entre los países de la OCDE; o en salud, donde sólo falta ir a cualquier servicio de asistencia pública para notar las graves carencias; o en cultura, donde la constante es la falta de inversión y estímulo. En nuestro estado vivimos la crisis de inseguridad de manera terriblemente tangible, y la aparición de más efectivos del Ejercito ha dejado mucho qué desear respecto a sus resultados, ¿para qué quiere ese presupuesto nuestro Jefe del Ejecutivo, para más hombres corruptibles e ineficientes, para aumentar el dispendio entre todas las dependencias, para tecnología inutilizada?

Por fortuna, la desproporción de este presupuesto está en manos de nuestros legisladores, de quienes esperamos responsabilidad, visión y cordura para manejar el dinero de todos los mexicanos, la importancia de la división y el equilibrio de los poderes es, precisamente, asegurar la adecuada representación de los intereses ciudadanos. Las aspiraciones del Ejecutivo parecen estar lejos de nuestras posibilidades, y peor aun, quizá tampoco responden en proporción y equilibrio a todas las necesidades nacionales.

Soy Edna Lorena Fuerte y mi correo es ednafuerte@gmail.com para sus comentarios. Gracias.