Creel, una bomba de tiempo

Creel es una bomba de tiempo, Creel es una bomba de tiempo, Creel es una bomba de tiempo. Lo digo así para que nadie diga que no se los dijeron.

La autoridad federal, estatal y el propio ejército deben saberlo, pero además, aunque ya lo sepan, deben entenderlo, asimilarlo y ponerse a trabajar en Creel, porque es una bomba de tiempo.

A como se han visto las cosas, por más que tratamos no entendemos ¿Qué espera la autoridad para actuar y dar certidumbre a los habitantes de ese poblado?

No hay que olvidar que ahí se registró la matanza de 14 personas, entre ellas un menor de dos años de edad.

No hay que olvidar que los agentes policiacos, presuntamente huyeron de ese lugar porque había sido avisados de que esta matanza ocurriría ya que incluso los sicarios se anduvieron paseando por el lugar como Pancho por su casa.

Menos hay que olvidar que ahora los pobladores aseguran que los sicarios están en Panalachi y que incluso bajan a comprar vivieres para alimentarse y preparar un nuevo atentado.

Además de todo esto, no hay que olvidar que Creel era la capital del turismo en la Sierra Tarahumara y hoy casi es un pueblo fantasma, donde todo mundo se acuesta temprano, no hay turismo y se ha ido al suelo la de por si decaída economía local.

Creel hoy es el punto, debido la matanza, sin embargo todo mundo sabe que la Sierra, en los últimos años, se ha convertido en nido de malhechores donde se puede encontrar desde sicarios de alta escuela, hasta traficantes de cerveza y de licor, ladrones, sembradores de marihuana y taladores ilegales de bosques.

En fin ojala entendieran las autoridades que cumpliendo con el compromiso mínimo que tienen con la sociedad, avanzarían mucho.

En el mismo tema, pero más general, resulta que durante las reuniones constantes se seguridad que se realizan en el estado se hacen apuestas y estimaciones sobre la violencia.

Pues bien, una de ellas es el hecho de que las matanzas van a continuar, pero no de hoy a mañana, sino por varios años, antes de que se termine con el flagelo de la delincuencia que hoy ataca a la ciudad, al estado y al país.

De la propia estructura oficial hay quien se atreve a mencionar que serán por lo menos cinco años de violencia, situación que podría poner a pensar a más de cuatro sobre el futuro, más cuando se tiene una familia que proteger.

Ojala esto no sea cierto, o bien, ojala se den los cambios que permitan una mayor eficiencia en el combate a la delincuencia (empezando por la procuración de justicia), de lo contrario el deterioro será atribuible a quienes hoy comandan la lucha.

En temas positivos, actualmente hay dos figurines oficiales que tienen estrellita, uno del Gobierno Federal es el director estatal de Conagua, Sergio Cano Fonseca, cuyo aviso de inundación en Ojinaga, resultó tan efectivo que evitó que se registraran fallecimientos en la ciudad fronteriza.

Aunque políticamente hay quienes han tratado de lucrar señalando que Conagua era responsable de la inundación, la realidad es que la inundación era inminente, toda vez que las lluvias han sido extraordinarias y durante décadas no se habían registrado con tal magnitud.

En fin ahí esta la estrella para el director, quien sin hacer mucho ruido cumple con su labor.

Otro que, por lo menos momentáneamente, anda en el mismo nivel de perfil bajo pero con mucho trabajo es el Secretario de Desarrollo Urbano, Carlos Carrera, quien ha sido el pilar de las acciones del Gobierno del Estado en la zona de inundación.

Carrera trabajo con todo un equipo para evitar la caída del dique que protegía la ciudad, al ver que era irremediable, retiraron a la gente del lugar y ahora se dedican a apoyar los trabajos de desalojo del agua y a la reconstrucción de caminos. Esperamos sigan trabajando así.