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Martes 2 de febrero de 2010

‘Denles parejo’, les ordenaron a sicarios

Matones dejarían ir a niños y mujeres… se retractaron; describen testigos ‘el infierno’ en Villas de Salvárcar


Matones dejarían ir a niños y mujeres… se retractaron; describen testigos ‘el infierno’ en Villas de Salvárcar

“Denles parejo... ya valieron todos”, fue la orden que siguió el comando de sicarios al irrumpir contra tres viviendas en la colonia Villas de Salvárcar la noche del sábado, relataron sobrevivientes de esa masacre.

Los sicarios, todos encapuchados, vestían a la usanza chola. Así fueron descritos.

Cuando llegaron los pistoleros gritaron “que se salgan los niños y las mujeres”, por lo que algunas adolescentes alcanzaron a salir corriendo y a refugiarse con vecinos, pero luego uno de los hombres dio una contraorden: “Denles a todos, parejo”, narraron ayer familiares de personas que lograron librar la muerte tras el ataque en el suroriente de la ciudad.

“Fue el infierno”, contó un sobreviviente a sus padres, que ayer daban gracias a Dios porque su hijo no murió.

Uno de ellos dijo que se hizo el muerto, aunque eso no lo libró de ser baleado y de ser lesionado en las piernas.

Según testimonios de vecinos de la calle Villas del Portal, cerca de las 12 de la noche del sábado llegaron varias camionetas y cerraron la calle de lado a lado.

De ellas se bajaron hombres encapuchados que dispararon contra unas personas que se encontraban en el exterior de la casa marcada con el número 1306, luego ingresaron a la 1308 y de ahí pasaron a la 1310, donde estudiantes se encontraban reunidos festejando el cumpleaños de uno de ellos.

Uno de los adolescentes contó que su tío entró corriendo hasta donde se encontraba, gritando que se escondieran, que se agacharan porque venían unos hombres encapuchados disparando, dijo ayer una mujer sin poder contener el llanto.

Unos salieron corriendo al escuchar los disparos y lograron ponerse a salvo, otros fueron alcanzados por los balazos pero sobrevivieron, por lo que creen que ocurrió un milagro.

Los sicarios mataron a un hombre que salió de su casa a ver qué estaba pasado porque su esposa había ido a venderles botanas a los de la fiesta. Ella quedó gravemente herida.

“Apenas alcanzó a entrar a su casa y cerrar la puerta, ahí estaban dormidos sus dos hijos, de cuatro y 9 años”, dice una de sus vecinas.

En total, hasta anoche el saldo de este tiroteo era de 16 personas muertas, 10 de ellos estudiantes de la Universidad Autónoma de Chihuahua, del Bachilleres 9 y del Cbtis 128. Dos son mujeres.

Datos proporcionados por la Procuraduría de Justicia del Estado confirman que los asesinatos ocurrieron en la calle Villas del Portal, en el interior de dos casas, las marcadas con el número 1308 y 1310, así como en el exterior de la 1306.

En esta última, donde operaba también una tienda, quedaron sin vida tres personas: Eduardo Becerra, como se identificó al dueño de la casa, así como dos clientes que presuntamente llegaron a comprar refrescos.

En el interior de la casa 1308 fueron localizadas sin vida tres personas, entre ellas el padre de la familia que la ocupaba, Jesús Enríquez, y del adolescente al que le festejaban su cumpleaños en la casa de enseguida -la cual estaba marcada con el número 1310 y se encontraba desocupada porque la familia que la habitaba se fue a vivir a El Paso, de modo que la vecina que se encargaba de cuidarla solía prestarla para realizar fiestas o reuniones- donde fueron masacrados cinco estudiantes.

Catorce personas resultaron heridas de gravedad; dos de ellas fallecieron ayer para elevar a 16 el número de víctimas fatales de estos hechos.

Los primeros reportes de las autoridades investigadoras indicaban que uno de los adultos asesinados podría ser el blanco de este ataque, perpetrado por unos 15 hombres que se trasladaban en cuatro camionetas.