Disfrazan toque de queda

Ante la imposibilidad de los padres de familia de meter en cintura a sus angelitos, el Gobierno del Estado y el Municipio de Chihuahua, tuvieron que recurrir al endurecimiento en la vigilancia y control de los jovenes automovilistas.

Aunque no se anunció así, el operativo en realidad va dirigido a jovencitos de entre 15 y 18 años que se la pasan de borrachos y en algunos casos drogandose en los antros durante los fines de semana.

De esta manera las autoridades tienen la intención de reducir los indices de accidentes, debido a que en las últimas semanas se han incrementado.

Incluso ayer el gobernador habló de endurecer la aplicación de la ley a bares y cantinas, para evitar que sigan envenenando a los inocentes chavos que llegan a tomarse un refresco y al final son inducidos a consumir bebidas embriagantes.

De esta manera ahora quedo claro que los transitos podrán detener a jovenes borrachines que anden en la calle después de las diez de la noche.

Sin embargo nada se dijo del endurecimiento de la política en contra de los transitos que tienen por constumbre detener a los chavos, quitarles su dinero y luego dejarlos ir.

Tampoco se dijo que va a suceder con los trasitos que reciben cuotas mensuales por darles sector a los jovenes y que estos no sean molestados.

Creo que tanto el Gobernador, José Reyes Baeza, como el Presidente Municipal, Carlos Borruel y las demás autoridades, deberían trabajar de fondo en las razones de que se haya relajado tanto la disciplina, porque las mismas autoridades han sido permisivas con los chavos a los que ahora prentenden atorar.

De los padres ni hablamos, son los directamente responsables de las actitudes de sus angelitos.