El Chihuahua triunfa en La Esperanza; gran corrida de toros

El matador local, Antonio García "El Chihuahua", realizó una gran labor y triunfo al cortar la única oreja de la corrida de este sábado en la Plaza de Toros La Esperanza, donde alternó con el encumbrado rejoneador español Pablo "Hermoso" de Mendoza y con el primer espada, Javier Tapia "El Calita", lidiando cuatro toros de la ganadería Monte Caldera para los de a pie y dos toros de Santa Barbara para el de a caballo.

En medio de un buen ambiente las gradas, con la presencia del respetable en poco más de media plaza, Antonio García sacó provecho a Osito, su segundo toro de la tarde, de bonita estampa y colorido cafe-claro, cornamente media, aunque con escasos 485 kilos de peso y regular embestida.

"El Chihuahua" atendió a Osito en las tablas con el capote, logrando sacarle jugo con bonitas estampas de torero, adueñado de la situación y mandón en el redondel.

Tras lucir con el capote, el público le exigió colocar sus banderillas, después de haber lucido en esa suerte con su primero de la tarde, respondiendo nuevamente con el segundo, aunque se puso en riesgo con el tercer par, ya que buscó colocarlas en las tablas y sentado en una silla, sin recibir buenas atenciones de sus subalternos, quienes no pudieron llevar hasta él al burel, sin embargo le puso voluntad y arrancó los aplausos del respetable, mientras resonaban en la plazas las estrofas del Corrido de Chihuahua.

Con la muleta siguió luciendo, aunque el toro perdió fuerza y embestida, sin embargo "El Chihuahua" mantuvo sus bonitas pinceladas de matador con su toreo de rodillas y mostrando destreza ante el cabeceo de Osito, quien por momentos se quedaba a medio andar en su embestida, dejando su cornamenta a media altura del matador.

Finalmente una estocada casi hasta la empuñadura, con la que Osito terminó vencido, le dio a Antonio García la única oreja de la tarde, asignada por el público y entre división de opiniones en las gradas, ya que algunos esperaban el par, sin embargo el juez de plaza se mostró firme y estableció que, aunque hubo méritos, al burel le faltó lo que se necesita para dar victoria plena a los grandes toreros.

Previo a este toro, Antonio había lidiado a Moi de 490 kilos, recibiéndolo a "Porta Gallola", mostrándose con fuerte embestida y logrando que "El Chihuahua" empezará a dar muestras de sus mejorados oficios.

Tras un pisotón del toro mientras se le atendía con el capote, el matador le colocó lucidamente las banderillas, para luego llevarlo a las tablas del redondel con el capote, luego al centro y en diferentes sectores, logrando entusiasmar a su público, con muestras de arte y valentía.

En medio de excedidas emociones el matador pincho en dos ocasiones y a la tercera logró una estocada hasta la empuñadora para concluir con ese primer toro y cerrar su actuación con su reseñada victoria en el segundo y último de la noche.

En el primero de la tarde Javier Tapia "El Calita" hizo méritos y se vio bien con capote y muleta, se apoyo en sus banderrilleros, sin embargo atendió a Huy de 460 kilos, toro que no presentó suficiente fuerza en la embestida.

"El Calita" contaba con la voluntad del público, tras haber muleteado de rodillas en el centro del redondel, sin embargo dejó escapar por lo menos la vuelta al ruedo al pinchar en dos ocasiones para terminar descabellando al burel.

En su segundo de la tarde Javier Tapia recibió a Marinero de 500 kilos, toro de buena estampa y color gris, con cornamenta alta y peligrosa, logrando descapotar al matador en una ocasión y dando problemas a los picadores, ante sus primeras fieras embestidas y los beneficios de su cornamenta.

Habiendo cumplido y nuevamente con el respetable de su lado, "El Calita" batalló con la espada y término recibiendo dos avisos, llevando la situación hasta el desacabello, objetivo logrado en cuatro intentos y caminando en silencio tras las tablas, después de concluir su labor.

Pablo Hermoso mostró su maestría

El rejoneador Español, Pablo "Hermoso de Mendoza", dio una muestra de su maestría, brindando en sus dos toros faenas elegantes y lucidas, además de una gran efectividad al ir colocando las banderas.

Con su primero, Te Quiero de 470 kilos, recibió bien e hizo lucir a su caballo acompañante, emocionando y arrancando el apoyo en las gradas del respetable, el cuál se entregó en prácticamente toda la faena; A la hora de matar no tuvo suerte y dio tres piquetes hasta de vencer a su burel.

Lo mismo ocurrió al maestro Pablo Hermoso en su segundo, Manito de 460 kilos, con quien logró emocionar no solo por su maestría y elegancia, sino por la entrega de sus cabalgaduras, los cuales bajo su mando bailaron y galoparon suave y lucidamente en La Esperanza, ante la algarabía del respetable.

Manito resultó mas lento que el primero y no favoreció al maestro, quien tuvo que hacer gala de su voluntad y profesionalismo para brindar el espectáculo; Mató tras dos intentos y se fue en medio de aplausos y agradecimiento.