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Lunes 6 de noviembre de 2017

El PRI logra proteger a Cesar Duarte y a Javier Garfio

El PRI en Chihuahua ni siquiera ha expulsado al ex alcalde Javier Garfío, el más cercano colaborador de Cesar Duarte, a pesar de que este último confesó su delito de peculado


El PRI en Chihuahua ni siquiera ha expulsado al ex alcalde Javier Garfío, el más cercano colaborador de Cesar Duarte, a pesar de que este último confesó su delito de peculado

Ha pasado ya más de un año del momento en que dejó el poder, sin que se logre la detención del ex gobernador de Chihuahua, Cesar Duarte, a pesar de las diez ordenes de aprehensión en su contra y del cúmulo de acusaciones por el desorden administrativo y la deuda que quedo en el estado.

Buscando las razones de lo ocurrido, se hace evidente un aspecto contundente, por más que el gobernador Javier Corral ha solicitado el apoyo al Gobierno Federal, para que se solicite la extradición del exmandatario doña Fede no ha respondido.

Para el gobernador de Chihuahua resulta pues muy complicado, por no decir que imposible, traer por si mismo y con el poder que representa, al exgobernador a Chihuahua, ya que este se refugia en los Estados Unidos y el tema tendría que verlo la Federación, de país a país.

Por lo pronto se ha hecho todo lo necesario para lograr la repatriación de Duarte, con fines de dar seguimiento a los procesos en su contra, sin tener suerte hasta el momento, ya que la PGR nunca ha abierto una investigación real y la Fepade sufrió los embates del poder, debido a las causas que perseguía, concluyendo con la destitución de su titular.

Paralelo a esto el PRI, partido político al que pertenece Cesar Duarte, no ha dado pasos hacia adelante, ni en Chihuahua y menos en México, sobre la expulsión del ex gobernador.

Lo anterior a pesar de que sus militantes habían presentado en meses pasados, un documento pidiendo que la comisión de honor y justicia abriera proceso en contra del ex gobernador, debido al gran perjuicio que su causa ha provocado a la organización, pero la respuestas a sido "nones compadre".

Es más, el PRI en Chihuahua ni siquiera ha expulsado al ex alcalde Javier Garfío, el más cercano colaborador de Cesar Duarte, a pesar de que este último confesó su delito de peculado para salir de la cárcel y vivir su condena al exterior del Centro de Readaptación Social de Chihuahua, lugar donde estuvo preso durante los pasados ocho meses.

De tal forma y a juzgar por los hechos el PRI esta protegiendo la imagen de sus militantes, aún y a pesar de que se encuentran bajo fuertes sospechas de actos de corrupción, generando la incertidumbre de sus propios militantes, cada vez más molestos de lo que está ocurriendo en Chihuahua.

Veremos pues que ocurre en los próximos meses, para saber si salen a relucir las verdaderas razones del mencionado proteccionismo, o de plano a la raza se le olvida lo ocurrido y tanto Duarte como Garfio pueden llegar de nuevo a enarbolar las causas del partido de don Plutarco Elías Calles. Será?