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Miércoles 20 de febrero de 2008

El discurso de la migración

El tema migratorio se ha empantanado en las decisiones y propuestas de los ahora precandidatos a la Casa Blanca


El tema migratorio se ha empantanado en las decisiones y propuestas de los ahora precandidatos a la Casa Blanca

La visita de Felipe Calderón a Estados Unidos, tuvo como signo fundamental el discurso sobre el tema migratorio, así es como él mismo anunció esta visita.

La promoción de un acuerdo migratorio entre México y Estados Unidos es un renglón en la agenda inconclusa del sexenio anterior, sin embargo, el problema va mucho más allá.

A pesar de llevar del sexenio pasado a lo que va de este sobre el escenario, el tema migratorio, no han logrado avances sustantivos, y lo que resulta mas grave, se ha empantanado en las decisiones y propuestas de los ahora precandidatos a la Casa Blanca.

Dependemos entonces de la voluntad mayoritaria del pueblo estadounidense, que tienen muchas otras prioridades en su agenda a la hora de tomar una decisión como votantes.

La promoción de su empatía con los migrantes que hizo en todo momento el Presidente de la República, poco o nada sirve para desentrañar la gran problemática que implica para ambas naciones. Con el discurso de cierre de esta gira, en el que declaró "yo soy un afectado más de la migración", explicado por su origen michoacano, refiriendo los altos índices migratorio de este estado, e incluso hablando de la salida del país de algunos de sus parientes, no trata de ponerse en una dinámica de propuesta y acción sino del lado del problema mismo.

El sumario de esta visita es claro, a pesar de que se dijo que estaría dedicada a los sectores migrantes, sólo siete de las veintidós reuniones sostenidas por el mandatario giraron en torno a este tema, y de las cuales sólo dos fueron abiertas a los medios.

Una vez más el asunto se queda en el discurso. Pero incluso en este nivel, meramente discursivo, no se percibe una beta de avance, Calderón habla de promover una nueva relación, de mayor corresponsabilidad con el vecino del norte, independientemente de quien gane las elecciones.

Nuevamente el problema está en manos del gobierno estadounidense y, peor aun, de uno que aun no está en funciones. Frente a esta problemática, nuestros gobiernos siempre han tenido un papel más o menos pasivo, en espera de las decisiones del gobierno estadounidense, incluso dejándose ver maniatados frente a la situación migratoria y minimizando su papel. Entre tanto, hay un punto que nunca ha sido considerado, el problema migratorio no sólo está en las dimensiones bilaterales, una buena parte de los costos se quedan en nuestro propio territorio.

El migrante lo es desde que sale de su lugar de origen, puede ir al pueblo vecino, o atravesar el país con miras a abandonarlo hacia el norte. Entonces la problemática migratoria sucede en todo el país, se refleja en las grandes ciudades y, de manera muy especial, en la frontera norte como punto final del recorrido, no sólo de con nacionales, sino de grupos de diversas naciones de Centro y Sudamérica. Hasta aquí, todo el problema está en manos del gobierno mexicano y, sin embargo, nunca ha estado con claridad en los planteamientos de una política migratoria, ni siquiera en el discurso.

Las recurrentes crisis económicas, con su impacto directo al desempleo, y en general a las condiciones de vida de muchos países se reflejan directamente en las fronteras. En Chihuahua recibimos oleadas de estos grupos migratorios que vienen recorriendo todo el país en busca de entrar a Estados Unidos, aunque muchos de ellos terminan asentándose temporal o definitivamente en nuestro estado, concretamente en los pasos fronterizos, el principal Ciudad Juárez.

Una política migrante verdadera, tendría que tocar como punto clave los efectos del fenómeno dentro de nuestro propio territorio, aquí no dependemos exactamente de la voluntad de otros gobiernos, ni del curso que tome la política de los vecinos; pero hasta ahora no ha llegado la visión política a abarcar el problema completo y mira sólo lo que, convenientemente, no puede resolver.

Lo cierto es que en México no existe una política migratoria, y mucho menos aun una en la que estén contempladas las problemáticas de las fronteras. Ciudad Juárez ha tenido que evolucionar para dar cabida a una dinámica de constante movimiento y explosión demográfica imparable. En nuestra ciudad se concentra más de la tercera parte de la población del estado, y somos el núcleo urbano con mayor oferta inmobiliaria en el país; y tristemente también figuramos en los primeros lugares de inseguridad, violencia y narcotráfico. Si bien es cierto que hay muchos factores alrededor de esto también lo es que el problema migratorio es uno de ellos y que hasta ahora, no existe un programa nacional para mitigarlo. Será importante que en los planteamientos que esta presentando nuestra autoridad local al Gobierno Federal en el tema de la seguridad pública, se aborde y de manera muy precisa y certera la problemática migratoria porque representa indiscutiblemente un punto de inflexión en las políticas públicas no solo de la seguridad doméstica sino de la seguridad nacional.

Soy Edna Lorena Fuerte y mi corre es ednafuerte@gmail.com para sus comentarios. Muchas Gracias.