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Algo De Nubes

Chihuahua, Chihuahua



Lunes 3 de septiembre de 2007

Escribe lo que has visto

– “Señor Presidente, sírvase preguntarle al orador si acepta una interpelación”


Hola, Amigos.

Ayer alguien me recordó el encargo que Dios le hizo a San Juan : “Escribe lo que has visto”. Eso va para todos en todas las épocas.

Así que escribo lo que he visto. Este primero de septiembre ví cosas muy distintas a otros primeros de septiembres que me tocó vivir, ya sea en el Salón de Sesiones de la Cámara de Diputados, o en la tele.

Había visto muchos Días del Presidente. Papelitos multicolores vitoreándolo a su paso. Eso ya se lo saben.

También ví cuando en 1981, mi tío Edmundo Gurza, hermano de mi mamá, fue el PRIMERO que se atrevió a interrumpir un informe, el quinto de López Portillo.

Mi tío Mundo no se puso una máscara de cochino. Ni ofendió al recinto. Con el Reglamento y la Ley en la Mano, se paró y dijo, MUY FUERTE:

 “Señor Presidente, sírvase preguntarle al orador si acepta una interpelación”.

El se refería al Presidente del Congreso, que lo era el Diputado Luis M. Farías. Sorprendido, reaccionó rápido mientras se alzaban voces y el murmullo crecía: “¡CALLESE Y SIENTESE!”.

El Diputado Gurza, no se calló ni se sentó: “EN TERMINOS DEL ARTICULO 102 DEL REGLAMENTO, SIRVASE PREGUNTARLE AL ORADOR SI ACEPTA UNA INTERPELACION”.

 “¡QUE SE CALLE Y QUE SE SIENTE”, fue la respuesta, no tanto del priista neolonés. Era la respuesta del Régimen. Edmundo Gurza acababa de pasar la elección a Gobernador de Coahuila, y quería interpelar a López Portillo sobre su concepto de Democracia y Equidad, sobre el poder del Gobierno para ser el competidor en la contienda, y no un candidato equis, que en este caso era el Diablo de las Fuentes.

Mucha agua ha corrido bajo el puente desde entonces, Hay ignorantes que le atribuyen a Muñoz Ledo haber sido el primero en interrumpir un informe. No, A mucha honra, fue un Panista. Y a mucha honra, fue mi mentor. Mi Maestro.

Al año siguiente, 1982, fui Diputada Federal. Estábamos tan indignados con la forma como el Gobierno trataba a la ciudadanía. Iba a decir a la oposición. No. A la ciudadanía organizada.

Bernardo Bátiz era nuestro coordinador. Recién estrenada la LII Legislatura , todos llevábamos letreros escondidos que fuimos desdoblando en determinado momento. Aquel en el cual el Presidente le echa porras a la democracia que ejercía el Gobierno a través de la Secretaría de Gobernación, sin opción de recurso alguno, y ante la cual las olas ciudadanas se estampaban…..aunque el mar iba embraveciendo…

Recuerdo ese primero de septiembre y los siguientes. Una vez nos volteamos todos los panistas de espaldas a la hora de los autoelogios que tanto nos agraviaban.

Volví a la Cámara de Diputados en 1988. Ni para qué les cuento. En esta ocasión, Abel Vicencio Tovar era nuestro Coordinador. Como dirían los chavos: ¡n´ooombre! Esa Legislatura fue histórica. El PRI había perdido las dos terceras partes para reformar la Constitución, si bien mantenía una holgada mayoría simple.

En esa Legislatura aprobamos las Reformas Electorales que iniciaron la transformación de los procesos. La historia la conocen ustedes, y no me quiero detener en mencionar lo que aprobamos. Sólo he de decir que tuvimos que votar algunas cosas que no nos gustaban, porque eran el precio para obtener las que sí nos parecían importantes. Aquel discurso de Juan Miguel Alcántara Soria, describiendo la forma gradual a la que el PAN le apostaba, a fin de acercarse al ideal gomezmoriniano de elecciones libres y transparentes, sujetas al escrutinio público…

Esas reformas fueron la causa de que abandonaran el Partido un grupo que consideró que se estaba traicionando la esencia del Partido: Madero, González Torres, González Schmal, Ortiz Gallegos, etc. La historia nos demostró que tuvimos la razón quienes votamos por ir abriendo esos espacios, para que la ciudadanía los utilizara y definiera la velocidad de los cambios.

Hoy tenemos organismos electorales autónomos. Autoridades que deben fundar y motivar sus resoluciones. Electos por consenso. Organos a los cuales apelar cuando se sienta vulnerado el derecho.

Sí. Muchos años han pasado.

Fui Diputada Local en Chihuahua del 92 al 95. Fernando Baeza, el Gobernador anterior (86-92) había perdido las dos terceras partes para las reformas, y mandó abaratar la Constitución del Estado, para que ésta se pudiera modificar por mayoría simple. Y LOS PANISTAS AL LLEGAR EN 92 ERAMOS LA MAYORIA SIMPLE. Nadie sabe para quien trabaja.

Entonces nos metimos a fondo. Modificamos muchas cosas, que en otro momento les cuento. En materia de Informe del Gobernador, pusimos que tenía la opción de nomás ir a entregarlo, en un acto protocolario en Sesión del Congreso. Pero si quería hablar, debía llegar temprano para escuchar las voces del Congreso.

Le dimos la opción en la Constitución.

Cuando fui Diputada Local por segunda vez, fuimos minoría. El Gobernador era Patricio Martinez y no quiso el diálogo. Jamás se reunió con los presidentes de los partidos políticos, ni con los coordinadores parlamentarios. Sobra decir lo demás.

El año pasado, me tocó vivir el primero de septiembre, ya como Senadora. En medio de la gritería. No dejaron pasar al Presidente Fox, y éste lo dejó en la entrada.

Ya entonces se habló por enésima vez de que se estaba dando cristiana sepultura al formato anterior. Sin embargo, no se modificó para éste año.

Y así llegamos al 2007.

El Presidente Calderón propone un debate. Algo así como lo que tenemos en la Constitución de Chihuahua desde 1994. Llegar temprano, escuchar, y luego debatir. Debatir. Debatir. Confrontar. No faltar al respeto. Defender con pasión los puntos de vista.

No quisieron.

Resulta que no quisieron que en el Parlamento se Parlara.

Mira nomás.

Luego tampoco quisieron que el Presidente dijera nada.

Y se vinieron una serie de negociaciones. A nadie dejaron del todo satisfechos, pero se cumplió la Constitución. En cualquier caso, Felipe Calderón ganó la partida a la oposición. Al menos ante la opinión pública, eso queda muy claro.

El primero de diciembre pasado, iba de por medio que no se cuestionara la legalidad del Presidente durante los 6 años siguientes. Hoy no.

Hoy sólo tenía que cumplirse una obligación Constitucional. Así que hubo que ceder. La Presidenta del Congreso estaba dispuesta, según tengo entendido, a recibir ella misma el Informe. Pero los duros de su Partido, para aceptar salirse en paz, pidieron que no hubiera una imagen de un o una perredista recibiéndolo.

Bueno, pues.

El caso era que se cumpliera la Ley, que la ceremonia se llevara a cabo con sobriedad.

A muchos nos hubiese gustado que no hubiera dicho la parte final de su discurso. Me incluyo. Sin embargo, hay que hacer un esfuerzo por entender cómo estaban las presiones del otro lado.
Me quedo con la impresión que me causó llegar al Salón Carlos Castillo Peraza, en la Cámara de Diputados. Ya estaban allí nuestros compañeros, los anfitriones. Cuando llegamos los Senadores, viví esa sensación de ser un equipo unido y fuerte.

Y cuando entraron nuestros Coordinadores, Héctor Larios y Santiago Creel , fueron recibidos con un muy sincero y cálido aplauso de todos. Nos traían buenas noticias. El acuerdo se había alcanzado. Nos explicaron que pasaría lo que luego ocurrió, y que esa era la forma en que podíamos tener una ceremonia en orden.

Larios dio la explicación de la negociación, y Creel dijo que cuando estaban en la mesa, iban con la fuerza de 207 diputados y 52 senadores.

Es cierto. Con toda esa fuerza. Y esa fuerza proviene de los votos de millones y millones de mexicanos a los que les hemos de responder.

Me sentí orgullosa y tranquila durante la Sesión. El Presidente llegó, sin leer nada, dijo exactamente lo que tenía que decir, en el tono que el Recinto exigía. Platiqué con algunos Secretarios, los que estaban cerca. El animo era el mismo.

También recibí mensajes escritos de muchas personas que se sintieron igual. La noticia es que no hubo noticia.

Que por primera vez en 26 años, sí, EN VEINTISEIS AÑOS, tuvimos un primero de septiembre sin escándalos.

Ayer fui a Palacio Nacional. Allí iba como invitada del Presidente. Y déjenme decirles que aunque todo estuvo muy muy bien, que el discurso y todo estuvo como debía, no dejo de formularme una reflexión:

Ayer habló el Presidente Calderón, dijo el mensaje que le impidieron presentar la víspera. Qué bueno que los mexicanos nos enteramos de lo que nos quiso decir.

Sin embargo, allí fueron los que quisieron ir, invitados por la Presidencia. Faltaba más. Ante las circunstancias, fue lo mejor que pudo pasar. Tuvo dos días de medios, y no sólo uno, y etcétera etcétera.

Sin embargo, me parece que si el Presidente no va a hablar ante el Congreso, esto no debe ser como fruto de un Acuerdo Político, sino que lo debe marcar la Ley. Nos queda la chamba atrasada de legislar para definir la relación entre el Ejecutivo y el Legislativo. Porque como me la pongan, lo que yo ví es que el Legislativo no recibió ese mensaje para calificarlo políticamente desde la diversidad ideológica de nuestro país, representada en el Congreso.

Quiero ser muy clara. El sábado ocurrió lo mejor que podía ocurrir en esas circunstancias. Mas no debemos legislar para las circunstancias, sino para definir cómo deben relacionarse los Poderes de la Unión. Y eso DEBE estar en la Ley.

En fin, les platico lo que he visto. Ejerciendo a plenitud mi capacidad de equivocarme, comparto con ustedes algunas ideas.

Y la vida sigue. México no se detiene.

Estoy llena de gozoso optimismo. No ignoro todo lo que podría quitármelo. Hay motivos sobrados para el optimismo.

Tere Ortuño Gurza
Senadora PAN Chihuahua.