Fluyen armas a México por fallas en regulación

Houston, Texas— El sistema federal para rastreo de la venta de armas de fuego, fabricado durante años para evitar violaciones de los derechos de la Segunda Enmienda, hace difícil identificar con rapidez acciones sospechosas e identificar a quienes compran para contrabandear, indicaron funcionarios de aplicación de la ley.

Como resultado, en algunos estados a lo largo de la frontera suroeste en los que las armas de fuego son reguladas con ligereza, los contrabandistas pueden evadir la detección durante meses o años. En Texas, Nuevo México y Arizona, los vendedores pueden vender una cantidad ilimitada de rifles a cualquier persona que cuente con una licencia de conducir y un registro criminal limpio sin tener que reportar las ventas al gobierno. En una exhibición de armas en estos estados, existen incluso menos regulaciones. Los vendedores privados, a diferencia de los vendedores con licencia, no están obligados a registrar el nombre del comprador, mucho menos reportar la venta al Buró de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos.

Funcionarios mexicanos buscan desesperadamente que Estados Unidos frene el flujo de armas que ha mantenido a los cárteles de la droga bien armados. Enviando a compradores a tiendas estadunidenses, los cárteles han adquirido AK-47 semi automáticas y rifles AR-15, transformando algunas en ametralladoras, dicen investigadores de ambos países. También han comprado rifles calibre .50 capaces de detener un automóvil y pistolas belgas capaces de disparar rondas que penetran vehículos blindados.

Agentes federales dicen que cerca del 90 por ciento de las 12 mil pistolas y rifles que las autoridades mexicanas incautaron a narcotraficantes el año pasado y pidieron ser rastreados provenían de vendedores en los Estados Unidos, la mayoría de ellos en Texas y Arizona.