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Viernes 31 de diciembre de 2010

Iluminación navideña

Resulta muy significativo el hecho de que el llamado “Nacimiento” haya sido desplazado del lugar central


Resulta muy significativo el hecho de que el llamado “Nacimiento” haya sido desplazado del lugar central

Motivados por la ambientación de la época, muchos de los habitantes y visitantes de esta ciudad hemos concurrido en el centro histórico para admirar la iluminación navideña instalada sobre los edificios calles y parques con el propósito brindar un toque festivo adecuado a las celebraciones.

Los artífices a quienes se ha encargado tal comisión, indudablemente han cumplido su función en forma excelente y es de llamar la atención el simbolismo con el que quizá involuntariamente han hecho ahora la distribución de los arreglos, circunstancia que nos brinda material para la siguiente reflexión:

Resulta muy significativo el hecho de que el llamado “Nacimiento” haya sido desplazado del lugar central que tradicionalmente había venido ocupando y ahora está como escondido en un segundo plano, hecho que para quienes estamos enterados de la importancia de estos detalles dentro de la parafernalia utilizada en este tipo de ocasiones, resulta una trasgresión imperdonable en contra la tradición.

Casi de todos es sabido que el orden de la colocación, el tamaño y hasta el resalte de las figuras navideñas está estrictamente pre - asignado según la importancia de los personajes que representan, así tenemos que el lugar preponderante está destinado para ser ocupado en su momento por la imagen del Niño Jesús y del mismo modo en descendente orden de importancia lo van ocupando todas las demás figuras y adornos, que se van alejando del centro conforme va siendo menor su importancia, cuando menos así había sido hasta ahora ya que los artesanos ahora a cargo o lo ignoraban o lo omitieron por orden superior expresa.

Porque en esta ocasión el sitio principal lo ocupa el precioso árbol navideño diseñado y construido con exquisitos gusto y habilidad, utilizando un novedosísimo concepto de volumen en dos planos, ya que vistos desde lejos, los elementos que lo forman aparentan ser una cosa y ya de cerca revelan ser otra, como por ejemplo los que a distancia asemejan ser relucientes carámbanos helados, ya de cerca se aprecian como candiles sin luz propia que solo brillan y cobran vida gracias a luminarias externas, o como las que desde lejos se ven como simbólicas esferas plateadas, en corto resultan ser las frívolas bolas de espejos, reconocidos íconos de la vana cultura discotequera a la que se rinde hedonista culto en los antros de moda .

Ha sido una desafortunada ocasión para estrenar este bello adorno, porque los últimos y lamentables acontecimientos que nos han impresionado harán que en la memoria de los chihuahuenses se asocie su recuerdo con el de la artera muerte de Marisela Escobedo ocurrida a escasos metros de ahí y hace que nos resulte tremendamente simbólica la analogía de circunstancias, en las que los cálidos valores principales de nuestra convivencia resultan desplazados por la frialdad de los nuevos símbolos cuyo único merito es el de una bella apariencia tras la cual se agazapa una gélida indiferencia hacia las verdaderas necesidades del ser humano.

Jesús, la figura principal de la navidad y su importantísimo mensaje de salvación han sido removidos de su papel protagónico en esta que supone ser una sociedad preponderantemente Judeo-Cristiana y se les ha clocado en segundo o tercer plano, quedando relegados a la categoría de meros pretextos estacionales para justificar el despliegue de ostentación de los símbolos del régimen en turno.

Triunfalistas, deslumbrantes y ostentosas, usurpadoras de el auténtico espíritu navideño, se yerguen en el corazón de nuestra capital y por ende de nuestro estado, estas frías luces decorativas, intentando distraer nuestra mirada y nuestra atención de otra iluminación comparativamente más modesta pero en cambio mucho más significativa; La que forman los cientos de veladoras colocadas también muy simbólicamente a ras de suelo frente a palacio de gobierno, débiles llamitas oscilantes, trémulas y frágiles como las voces que representan, pero que en su conjunto crecen en número e intensidad, como el clamor que demanda justicia para Marisela Escobedo, su hija Rubí y para todos los que como ella han sido atropellados por la impunidad que no es prebenda solo de sus victimarios, sino que lo ha sido y lo sigue siendo de todo un sistema judicial que desde hace mucho ha dejado de ser “Administrador de Justicia” para en cambio ser “Vendedor de Privilegios” para cualquiera que pueda pagarlos.

Existe una sustancial diferencia entre tener buenos deseos y hacerse las ilusiones, ¿Tendremos los chihuahuenses el suficiente criterio para distinguir la diferencia? Para no solo desearnos ingenuamente la paz sino para entender que esta se dará solo en la medida en la que demandemos que todos los niveles de gobiernos cumplan la sentencia de:: “El respeto al derecho ajeno es la paz” y que de ello se derive nuestra deseada felicidad… esperemos, pero no demasiado, porque también hay diferencias entre “esperanza” e “indolencia”