La comida China

Eso pensé yo el día que me contaron que vendría como profesora de intercambio a Shanghai. La oportunidad se antojaría increíble para cualquiera que disfrute su trabajo, fuera el que fuese.
Pues así fue que un día 22 de Febrero, llegué a Shanghai, molida por 14 horas de vuelo de Toronto a Pudong y con una sensación entre JetLag y desesperación.

¡Caray! Esperar 14 horas para dormir como Dios manda y descubrir que acá aun era muy temprano en el día. Total, ya acomodados en lo que sería nuestra futura casa, decidimos el siguiente fin de semana salir a conocer un pueblo aledaño.

Hangzhou se llama, este “pueblito” que después nos enteramos tiene así de fácil los habitantes y el tamaño aproximado de Guadalajara, Jalisco. ¿Qué tal? Pues descubriendo datos curiosos del “pueblito”, nos dispusimos a iniciar la primera visita turística dentro de China.

Como llegamos a media mañana directo al lugar a conocer, nos tuvimos que conseguir algo que comer para aguantar hasta media tarde.

Dentro de uno de los bazares que encontramos a la entrada de esta área turística, la señora ofrecía diferentes bocados como arroz con puerco, dumplings y dim sum. La comida China es tan extensa que posiblemente pudiéramos escribir un libro con tantos platillos, pero me avocaré a hablar de los que conocí aquel día.

Pues el arroz con puerco, no podría describirse más que como un tamal que en vez de nixtamal lleva arroz y que por relleno tiene puerco (¡muy ricos por cierto!).

Avanzando en el descubrimiento de lo demás, encontramos las brochetas de bolas de pescado, todo mezcla de tallarines de arroz (que son completamente transparentes), pollo, puerco y “carne” de desconocida procedencia, pero que sería de fiar por tener tanta demanda entre los comensales.

Ahí rompí todo paradigma occidental sobre lo que la comida debe aparentar y así también sobre la gente que para disfrutar un buen plato de noodles habrá de sorberlos hasta la última gota aun sin comprender la cara de consternación de los americanos esos, que les ven raro desde hace rato.

Es necesario aclarar que la comida China no es absolutamente nada parecida a la occidentalizada para la venta. Aquí el estilo chino se ve hasta en la forma de comer y de ordenar. Mi mejor recomendación será entonces comer donde se cuente con un menú con fotografías y créanme que aún con rarísima apariencia, los sabores, podrían sorprender hasta al más sofisticado paladar.